La Contraseña: la carta atrae, el local atrapa Usuario: lo más cool de Madrid

Actualizado: martes, 29 diciembre 2015 7:59

MADRID, 29 Dic. (CHANCE) -

   La calle Ponzano de Madrid enriquece su oferta de restauración y como enclave de red social en vivo y en directo, con la apertura de La Contraseña; un espacio singular y cosmopolita concebido para disfrutar de una cocina esmerada donde confluyen sabores clásicos y propuestas innovadoras y sugerentes. Vas por la mejor relación calidad/precio y te atrapa un espacio El espacio, de clara inspiración colonial, que por su estructura polivalente, armoniza con la juventud y frescura del servicio y el ambiente cosmopolita.

LA CARTA

  Lanza desde la zona más tradicional y más cool de Madrid, el barrio de Chamberi, una propuesta de cocina internacional con toques de nueva cocina vasca y francesa, actual y fresca.  Para un encuentro informal con amigos, jamón ibérico cortado a mano con pan de cristal y tomate de la huerta; Rollitos crujientes de capón gallego o Burrata sobre tartar de tomate. En almuerzos o cenas de más fuste el chef sugiere Tataki de atún con ensaladas de algas, Steak tartar con yema de pollito de corral, Risotto mar y montaña, Raviolis de boletus y pato con salsa cremosa de trufa. De postre, Brotes de Browne, Fresas estofadas con espuma de vainilla y reducción de Módena o Tarta crujiente colonial.

EL LOCAL

  La contraseña atrae por su carta fresca y dinámica, con cocina mediterránea y de mercado. Y atrapa en un sorprendente local que, en 320 metros cuadrados, ofrece cuatro espacios multidisciplinares, juntos pero no revueltos, en un ambiente cool, para aperitivos, almuerzos, cenas, sobremesas y arranque de noche en blanco. De lo más  informal a lo más intenso. La original solución arquitectónica de este local barroco de cuatro ambientes es  responsabilidad de Álvaro Oliver Bultó, del estudio Foxium.

   Primer ambiente: La barra. En planta baja y con acceso directo desde la calle Ponzano, una barra de cervezas y vinos nos da la bienvenida con múltiples e irrepetibles "pinchos" de autor. Puedes quedarte ahí, o activar la clave de La Contraseña y adentrarte en un mundo más hondo y variopinto de lo que esperas.

   Segundo ambiente: La sala y el patio. El restaurante se descubre en la parte posterior de la planta, tras cruzar un vestíbulo resuelto con puertas de madera recuperadas. Ocupa un patio acristalado y una nave que en su día fue una antigua vaquería. Espacios cálidos y confortables, con revestimientos en madera de roble, fraileros y cortinas de lino.

   Mesas altas, sociales, para parejas, grupos de amigos, encuentros informales de trabajo, desperdigadas en un espacio que promociona el contacto y la intimidad.


  Butacas de piel y decoración con el aire de las haciendas coloniales y casas de indianos. En el patio cubierto con una claraboya suena una fuente arropada de plantas tropicales, bananeros y kentias, sobre solado de pavimento hidráulico.

   Tercer espacio: Gin Bar. En la entreplanta superior nos espera un bar resuelto con una barra de hierro y vidrio. La balconada vuelca sobre la sala y el patio, en una romántica panorámica del restaurante. El barman recomienda su dos copas espaciales: 16 Gin (el nombre lo toma del número de preparaciones posibles distintas), y la copa estrella La Contraseña: champagne con una receta secreta.

   Cuarto espacio: El escondido. En la planta inferior junto a un gran hall, un lavamanos común y las zonas internas, se oculta un espacio reservado y escondido. Es el lugar más protegido por La Contraseña. traseña queda escondido a ojos de todos. Comidas y cenas privadas en una cámara muy especial. Pregunte al Maître la clave de acceso solo apto para los más osados.