MADRID, 27 Jun. (CHANCE) -
Viajar es uno de los placeres de esta vida y en CHANCE somos conscientes de ello. Por este motivo, Gonzalo Gimeno -director de Elefant Travel- ha pasado a formar parte de nuestro equipo como nuestro asesor de viajes, pero no cualquier viaje, sino experiencias de ensueño que te cambiarán la vida.
CH: ¿Trabajar en viajes tiene que ser de lo más divertido, no?
GG: Tiene su parte bonita que es la que se ve a través de las fotos. Cuando quedas con amigos inevitablemente siempre sale el tema de los viajes, las experiencias y las vivencias. Pero detrás de esto hay una empresa que gestionar, un equipo de personas, y una labor profesional como en cualquier otro sector. Quizás la peculiaridad de este trabajo es el no poder separar la experiencia personal de la profesional ya que cada viaje, cada nueva experiencia te va cambiando. Si te apasiona viajar tanto como a mi, es un trabajo que engancha y no tiene límite.
CH: Explícanos en qué consiste un asesor de experiencias de viaje como tú.
GG: Cuando fundamos Elefant Travel en el 2004, nos dimos cuenta que había muy pocas agencias que realmente fuesen capaces de diseñar un viaje realmente a la medida de una persona. Para poder hacerlo, hay que conocer los destinos de primera mano y haberlo probado personalmente. En Elefant todo el equipo de personas que trabajamos viajamos constantemente y entre todos conocemos personalmente mas de 85 países. Creo que ese es uno de nuestros mayores activos. Un asesor de experiencias va más allá de ser un simple organizador logístico de un viaje. Aviones, hoteles, coches... todo ello es muy importante pero es la parte logística. Lo que verdaderamente te podemos ofrecer es un viaje lleno de experiencias personales elegidas a tu medida en función de tus intereses, aficiones y sobre todo con un conocimiento directo de ellas. A través de nuestros contactos, podemos acceder a personas especiales en cada país, que de otra manera no se podría. Un ejemplo real es un viaje que estamos organizando a Galapagos donde la persona que va a acompañar a nuestros clientes es un cámara - buzo de National Geographic. Les hemos alquilado un equipo de filmación submarina semi-profesional y van a tener una experiencia de buceo muy especial a su medida pues es lo que realmente les apasiona.
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CH: ¿En qué momento pensaste en dedicarte a esto?
GG: Durante casi 15 años estuve en el mundo del marketing y las empresas multinacionales. Aprendí muchísimo, disfruté y conocí gente extraordinaria, pero me pudo mi pasión por viajar. Fue durante un viaje a Namibia en camión. Algo falló en el motor dejándonos tirados en mitad de Damaraland durante unos días y mientras llegaba el rescate, salimos con nuestro ranger a rastrear elefantes a pie. Después de varias horas siguiendo un rastro, nos encontramos con un gran elefante macho. Ese encuentro con el elefante fue tan único, impactante y especial que fue ahí cuando decidí que tenia que dedicarme a diseñar experiencias como la que yo acababa de vivir para otras personas y de ese elefante, el nombre Elefant Travel.
CH: ¿Qué ofrece Elefant Travel como consultoría de viaje?
GG: Tres cosas fundamentales. Servicio totalmente personalizado, conocimiento directo de todo lo que proponemos y una garantía de calidad. No tenemos un folleto ni un catalogo de viajes ya que todos los viajes se diseñan desde cero después de una entrevista personal con cada persona. Nuestro trabajo termina cuando la persona vuelve de viaje, no cuando se va, y estamos disponibles las 24hrs durante el viaje. Además, nos ocupamos de reservar restaurantes, indicar las tiendas donde ir de compras, decir donde esta el lugar de moda para tomar una copa, o enviarle una nota al director del hotel para que a la llegada haya un recibimiento especial. En muchas ocasiones conseguimos un upgrade de habitación gratis, o una atención especial para nuestros clientes por parte de nuestros colaboradores.
CH: Sabemos que en tu cartera de clientes tienes rostros de los más conocidos y de lo más selectos, ¿puedes desvelarnos sus nombres?
GG: Mis padres me educaron desde pequeño a ser discreto, y nuestros clientes nos confían sus vacaciones y ocio personal y familiar esperando la misma discreción. Algunos de ellos, buscan simplemente unos días en algún rincón del mundo con su familia donde nadie les conozca y puedan descansar. Te podría contar anécdotas como cuando una revista del corazón hizo unas fotos mientras tomaba una cerveza en una terraza con una conocida mujer quien nos estaba encargado un viaje especial. A la semana siguiente resulta que yo era su nuevo novio. Este verano estamos preparando un viaje a la Guyana para un cliente que volará allí en su avión privado y nos estamos ocupando de gestionar los permisos de vuelo por todo el país. Es un tipo de cliente muy especial, donde el reto para poder superar sus expectativas es muy duro pero es el que nos gusta.
CH: Los españoles, ¿sabemos viajar?
GG: Vamos a la cola de Europa pero poco a poco esta cambiando la mentalidad. Desafortunadamente seguimos viajando pensando en el "folleto" de viajes. Por otro lado, vemos como los españoles entendemos que no es lo mismo un sastre que un vestido ya hecho en un gran almacén, pero no entendemos que un viaje a medida sea más caro que un viaje de un folleto de una agencia de viajes tradicional. Por otro lado, internet es una herramienta que ha acercado los viajes al alcance del click, pero que también ha llevado a mucha gente a pensar que por tener acceso a una web de viajes, reservar un avión y un hotel, ya les convierte en expertos agentes de viajes. Desde Elefant Travel intentamos acercar una manera diferente de entender los viajes y ayudar a convertir un viaje en una experiencia personal y muy especial.
CH: ¿Qué buscamos en un viaje?
GG: Es una buena pregunta porque se puede enfocar desde multiples respuestas. Económicamente buscamos precio en la mayoría de los casos porque es lo que el mercado nos he educado. Todo es "desde", "oferta", o "low cost" y se ha generado la expectativa que un viaje es por definición, barato. Desde el punto de vista del viaje en si, se sigue confundiendo un destino con el viaje en si. Para nosotros, el centro del viaje es la persona y sus preferencias, el destino lo elegimos en función de la persona y no al revés.
Hablamos de viajes con más de 100 personas al año y vemos que hay una gran parte de ellos que buscan una combinación de aventura suave con pequeños hoteles y/o campamentos y un servicio personalizado. Los destinos más populares últimamente están siendo aquellos donde se pueda vivir una pequeña aventura con un buen nivel de comodidad. Sri Lanka, Laos, Indonesia, Botswana, Ecuador, Belice, Islandia, Alaska son algunos de los más solicitados.
Buscamos descubrir cosas nuevas, que nos inspiren, que nos motiven y que nos hagan vivir nuevas sensaciones. Solamente caminar por una ciudad totalmente desconocida ya es una sensación muy agradable y especial.
CH: ¿Puede permitirse todo el mundo este tipo de experiencias?
GG: Para mi el valor de un viaje reside en las experiencias que podamos vivir. Estas experiencias son esos pequeños sueños que todos tenemos y que estamos deseando realizar. Dar un biberón a un elefante, volar en un biplano de la primera guerra mundial, navegar en un velero por islas paradisíacas, ser invitado a una ceremonia del te por una Geisha, montar a caballo entre cebras y jirafas, pasar un día con un fotógrafo profesional.
Un viaje a medida con este tipo de experiencias cuesta dinero pero al especializarnos en viajes a medida, el presupuesto que nos indique el cliente es una de las medidas a las que nos tenemos que ajustar y nuestro trabajo es ofrecer alternativas para cada ocasión.
CH: ¿Por qué siempre pensamos en la faceta de los viajes low cost? ¿Cómo nos invitas tu a cambiar de enfoque?
GG: Esta es quizás la parte más difícil de explicar de nuestro trabajo. Hoy en día todo el mundo puede acudir a un portal web, comprar un vuelo, una serie de hoteles, meterse en unos cuantos blogs y organizar un viaje por un precio relativamente bajo. Hoy se publicaba que el portal low cost eDreams pierde 181 Millones de Euros. La estrategia de negocio de precios bajos no te deja margen para ofrecer un buen servicio después. Nosotros apostamos por todo lo contrario.
Además, en España tenemos una costumbre cultural muy peculiar. Nos fiamos más de la opinión de un amigo que estuvo unos días en un destino, que de un profesional que se dedica a diseñar viajes. Os pongo un ejemplo. En Asia hay hoteles de nivel 3 estrellas por unos 50 euros la noche, que son correctos. Muy sencillos, sin mucho encanto pero funcionales. Si un amigo te recomienda uno de estos hoteles, iras y pensaras que por ese precio, el hotel esta correcto. Si en cambio vas a una agencia de viajes con un presupuesto muy bajo y la agencia te vende ese hotel, lo más probable cuando te veas en el hotel es que pienses que el hotel es muy básico y que la agencia de viajes es mala.
Un buen diseñador de viajes, que conozca el destino personalmente, os va a aportar ideas, información, y acceso a experiencias especiales. Va a estar disponible antes y durante vuestro viaje las 24hrs y se va a ocupar de todos los detalles. Pero sobre todo, va a hacer la misma labor que un sastre, un traje a medida. Esto es lo que realmente estaréis pagando.
CH: ¿Cuál es viaje más especial que has preparado para alguien?
GG: Unos novios nos pidieron que les organizásemos su boda en la noche de luna llena de Diciembre, en la playa en privado y para ellos solos. Lo hicimos en Tailandia y nos encargamos de todos los papeles legales también con la embajada. Fue un gran reto pero lo pudimos conseguir. Recientemente nos llamo un chico para organizar una escapada muy especial, le iba a pedir a su novia que se casase con él y estaba nerviosísimo. Preparamos una cena en el desierto en Marruecos, con cojines, alfombras, e iluminada íntegramente con velas. Hoy les estamos preparando ya su viaje de novios.
CH: ¿Destinos tuyos preferidos?
GG: Más que un destino, han sido experiencias muy especiales. Sin duda mi primer safari a pie con multitud de animales a mi alrededor, todo manejado por supuesto por expertos rangers y gente especializada. El sudeste asiático es una joya de diversidad cultural, naturaleza, arqueología, gastronomía y sobre todo, experiencias de las que te hacen cambiar por dentro.
CH: ¿Cuál es la experiencia que mejor recuerdas? La que más te ha gustado.
GG: He estado ya en mas de 75 países pero visitar una familia de Gorilas de montaña en Ruanda en los volcanes de Virunga fue una de las experiencias más abrumadoras que haya vivido por la impresión que me causaron las miradas tan humanas de los gorilas y su entorno.
Estar un día dentro de un volcán activo haciendo trekking para al día siguiente estar rodeado de todo tipo de peces de colores y pequeños tiburones nadando en el mar de Flores en Indonesia. Los viajes con grandes contrastes son los que más me gustan.
CH: ¿Y la vivencia más peligrosa?
GG: Por suerte no he tenido ninguna vivencia donde haya pensado realmente que me pudiese pasar algo grave. La semana pasada por ejemplo, en Kenia, un elefantito decidió abalanzarse sobre nuestro coche. Normalmente esto no es un problema pero la madre empezó a barritar y correr a hacia nosotros. Tuvimos que salir marcha atrás por un camino de tierra pero finalmente la madre tan solo estaba avisando a su pequeño que no se acercase tanto al coche.
CH: ¿Para ti qué o qué sitio es el paraíso?
GG: Si nos ponemos filosóficos, el paraíso se encuentra en un estado de ánimo interior, cuando uno está en contacto consigo mismo, haciendo algo que le llena de energía. Para mi eso es precisamente viajar. Solemos asociar el paraíso a una playa de postal, pero personalmente mi paraíso es África. Estar en contacto constante con la naturaleza, los grandes paisajes, las puestas de sol, las caminatas y los campamentos...
CH: Cuéntanos alguna anécdota.
GG: Hemos tenido un cliente que nos pregunto cuando era la época de tsunamis en Bali, otros querían poder jugar con crías de león en África y uno nos pidió un cruzar los Himalayas en moto vintage (esto se puede hacer aunque parezca imposible con un coche de apoyo y bombonas de oxígeno, como una pequeña expedición).
En una viaje de prospección a Camboya, decidí pasar la noche en un templo budista para vivir la experiencia. El abad del monasterio me invito a meditar con él a solas y pensé que hacer una foto de ese momento sería una falta de respeto. Mi sorpresa fue cuando saco una modernísima cámara compacta de debajo del hábito.
