MADRID, 26 Abr. (CHANCE) -
Se acerca el Día de la Madre y es un momento para celebrar y agradecerles todo lo que hacen por nosotros: nos ayudan a superar problemas, nos cuidan cuando estamos enfermos, no les importa que vayamos de visita tan sólo para recoger los tuppers, soportan nuestros malos humores y son nuestro mejor apoyo.
No hay duda de que las madres siempre nos intentan guiar en la dirección adecuada pero... ¿quién no ha recibido alguna vez consejos de madre sin ningún tipo de base científica?
En CHANCE, junto con Venus, queremos homenajear a nuestras madres con 10 de los consejos más recurrentes que nos han ido dando a lo largo de los años, pasando de generación en generación y que, sin embargo, la ciencia nos ha demostrado que, a pesar de la buena intención que hay detrás, no son ciertos.
No importa la edad que tengas, estas son sólo algunas de las cosas que seguro has oído y oirás a lo largo de tu vida y si no nos crees... ¡Sigue leyendo!:
1. Verano de 2004. Te dispones a salir por la noche y tomarte algo con tus colegas. Antes de salir (y escapar) por la puerta, el radar de tu madre se pone en marcha y te alcanza. Su mirada te sigue de arriba a abajo cual escáner de aeropuerto y te dice: "¿Vas a salir así? ¡Ponte una rebequita, que por la noche refresca!" y te planta el abrigo que usas para ir a la nieve. Gracias mamá.
2. Estas son especialmente para ellas, las hijas. Tienes una cita importante, no tienes tiempo y entras al baño para pasarte en un periquete la cuchilla. Tu madre te ve y te dice: "No te depiles con cuchilla, que si no el pelo crece más fuerte". Desde ese día temes amanecer un día como la película King Kong, y no precisamente por la chica.
Tampoco nos podemos olvidar del ritual de belleza. Para tu madre, siempre estás más guapa sin maquillar y te dice que no lo hagas: "No te maquilles tanto que eres joven y no lo necesitas". Pasan los años, te lo sigue diciendo y tu pensando, "¿De verdad sigo tan joven?"
3. Seguimos en verano, ese verano tan deseado y el agua te está llamando para bañarte. Eres el niño más feliz del mundo en ese momento, pero de repente tu madre aparece como una loca: "¡No te metas en el agua si no has pasado las dos horas de la digestión!". Los castillos de arena eran el mejor pasatiempo hasta que pasasen las dos horas justas, ni más ni menos minutos.
4. Otra muy buena era cuando estabas acatarrado y tu madre te hacía zumo de naranja casero. "Tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas", aconsejaba tu madre, como si fuese una pócima y bebérsela, correr una maratón.
5. Las madres son nuestras propias médicas y ellas lo saben todo, como cuando nos decían: "Deja de crujirte los dedos o te saldrá artritis" o "No te tragues el chicle o se te quedará pegado al estómago". Vieron mucho Médico de familia. Pero la que más nos gusta de todas es "Ten paciencia, si te duele es que se está curando". Seguramente a veces lo hacían simplemente para hacernos callar y dejar de quejarnos tanto.
6. Los viajes, ese dilema. Las madres son muy protectoras, y pocas veces se preocupan tanto como cuando te ibas por un tiempo de casa. Un tsunami, como poco, podría ocurrir. Pero lo peor de todo era, como siempre, el miedo al frío. Y como sabían que ellas no iban a estar ahí para ponernos el abrigo (véase el punto 1), se dedicaban a decirte las zonas más sensibles: "Cuando salgas, tápate la garganta y los pies que por ahí entra el frío". Y eso que te ibas a Valencia...
Pero, aparte de catástrofes meteorológicas, una de lo que más temían era el aeropuerto: ese lugar donde podía pasar de todo. Ellas nos ayudaban a hacer la maleta y cuando queríamos darnos cuenta nos habían metido cosas a traición: "Llévate una muda limpia en el equipaje de mano por si te pierden la maleta", aseguraba ella.
Hay ejemplos para todo, y seguro que te has sentido identificado con muchos de estos consejos "top" de tu madre... De todas formas, qué sería de nosotros sin ellas.
¡Feliz Día de la Madre!
