Nik Wallenda, el funanbulista que ha recorrido a ciegas el cielo de Chicago

CHICAGO, ILLINOIS, USA NOVEMBER 02 2014: Nik Wallenda walks over the Chicago sky
Foto: GILLES MINGASSON
Actualizado: lunes, 3 noviembre 2014 17:05

MADRID, 3 Nov. (CHANCE) -

   Nik Wallenda, el funanbulista que ha cruzado el cielo de Chicago sobre la cuerda floja y con los ojos cerrados. No es Batman ni Superman, pero bien se le podría catalogar de superhéroe porque lo que ha hecho este trapecista de 35 años es totalmente asombroso.

   Sobre un cable de acero sin ayuda de arneses, Wallenda recorrió un primer trayecto de 150 metros en pendiente ascendente entre la torre oeste del rascacielos Marina City de Chicago hasta el edificio Leo Burnett, a más de 50 pisos de altura. Este sin los ojos vendados, pero es que después hizo un segundo trayecto entre las torres este y oeste del edifico Marina City, completamente a ciegas. Y, para más inri, todo con un viento de hasta 30 kilómetros por hora batiéndose contra su cuerpo.

   Otra hazaña más para incluir en su lista de records mundiales, donde ya figuran el haber cruzado el Gran Cañón y las cataratas del Niágara, el recorrido más largo sobre el cable en moto y bicicleta, y una vez se colgó de un helicóptero sosteniéndose solo con sus dientes.

   Nik proviene de una familia de acróbatas, malabaristas, equilibristas, entrenadores de animales, payasos y trapecistas, y practicamente nació sobre la cuerda floja. Sobre si no siente miedo al enfrentarse a este tipo de retos, asegura: "¿Miedo a las alturas? Es sentido común. Cuando camino sobre el borde de un edificio, mi corazón comienza a latir un poco. Es verdad que podría morir. Todo se reduce a cómo vemos las cosas. Se puede ver con miedo o con respeto que es lo que yo hago".

   Sobre sus entrenamientos Wallenda contó en una entrevista a diversos medios de todo el mundo: "Mis entrenamientos consisten en simulaciones, con las mismas inclinaciones y la misma distancia. Todo es cuestión de resistencia. Y después está el equilibrio. Entreno con peso para trabajarlo. También lo hago con máquinas de viento para conseguir una mejor preparación. ¿Caminar con los ojos vendados? Lo único que me importa es que la cuerda sea estable. Sí lo es, no hay ningún problema para hacerlo".

   También contó como se toman su arriesgada profesión su mujer y sus tres hijos de 16, 13 y 11 años: "He ido sobre miles de cuerdas y mis hijos han estado allí todas esas veces, para ellos no es algo dramático como puede serlo para otras personas ver eso, porque ellos me han visto con frecuencia, es como algo normal para ellos. Tanto mi mujer como mis hijos me apoyan en lo que hago. Si ellos no estuvieran viéndome cuando lo hago, sería más difícil para mí".

   Si no sufres de vértigo no te pierdas el vídeo del increíble paseo por las alturas de Nik Wallenda.

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