MADRID, 30 Abr. (CHANCE) -
Edmundo Arrocet está dejando a todo el público y a la propia organización de Supervivientes en shock. El humorista aspiraba a ser uno de los fichajes estrella de esta edición, donde las risas y el humor estaban asegurados con su presencia.
Una profecía que no se ha cumplido y que se ha convertido en la peor pesadilla de todos los concursantes. Bigote ha dejado a un lado las bromas para mostrar su faceta más perezosa o "vaga" como afirman sus compañeros.
La pareja de María Teresa Campos ni pesca, ni hace fuego ni ayuda en nada al resto de supervivientes. Una dejadez que él ha justificado ante las cámaras asegurando que todo es muy sencillo: "Estoy encontrando la experiencia fácil porque he estado donde realmente era duro, pero prefiero no hablar porque les haría quedar mal".
Unas palabras que dejaron perplejo a Jorge Javier y a las que añadió: "Falta espacio y cosas para hacer. Yo no me aburro, pero falta acción y falta pasar fatiga. No me ha decepcionado la experiencia, pero la encuentro muy fácil".
Su aislamiento voluntario y su órdago a la dirección provocaron que desde Madrid se decidiese imponerle una sanción: Bigote deberá conseguir la comida para sus compañeros. Algo injusto desde el punto de vista de Leticia Sabater que provocará que se "mueran de hambre".
Aún así, en CHANCE esperamos que la parte más cómica de Edmundo despierte y vuelva a dejarnos momentos tan divertidos como los que pudimos ver en Un, dos, tres... quizás eso de afeitarse el bigote le haya afectado bastante.
