Actualizado 23/12/2009 18:40

Las palestinas víctimas de violencia machista ocultan el maltrato "por no agraviar a las familias"

palestinas
Centro Medwar

Mujeres Artistas visita un centro de maltratadas en Belén que acoge a 30 víctimas de violencia de género


BELÉN, 23 Dic. (De la enviada especial de Europa Press en Cisjordania, Nuria ortiz) -

La Plataforma de Mujeres Artistas Contra la Violencia de Género visitó este miércoles, junto al resto de una delegación española formada por 123 personas, la casa de acogida Medwar en Belén (Cisjordania) que atiende a 30 palestinas víctimas de malos tratos físicos y psicológicos que en la mayoría de los casos se ocultan "por no agraviar a las familias".

En una entrevista a Europa Press, la directora de la centro, S'aeda Al-Atrash, explicó que este hogar de mujeres, inaugurado en 2007 con ayuda del Gobierno italiano, tiene como objetivo principal proteger a las mujeres y los niños, ayudándoles a recuperar su dignidad y con el fin de reinsertarles de nuevo en sus familias y en la sociedad.

"Las mujeres que acuden a nuestro centro son víctimas de agresiones sexuales y de abusos de carácter psicológico, muchas veces causados por miembros de su propia familia", explicó. En este sentido, Al- Atrash aseguró que la mayoría de las mujeres palestinas no informan de estas agresiones "por miedo a agraviar a sus familias" y terminan por guardarse el drama para ellas.

"Nuestras jóvenes son supervivientes de grandes peligros, amenazadas de muerte y que, en muchos casos, han perdido el apoyo de su entorno", señaló. Así, la directora del centro subrayó la importancia de cambiar la mentalidad de las familias y de colaborar conjuntamente con ellas, con las instituciones de Gobierno y con las organizaciones de mujeres.

"NO TIENEN CONCIENCIA DE VÍCTIMAS"

Sin embargo, a pesar de los abusos sufridos muchas "no tienen conciencia de víctimas". Por ello, una de las misiones de las trabajadoras del hogar es que tanto las agredidas como el conjunto de la sociedad, condenen estas conductas. "Deben comprender que la violencia no puede ser un secreto, pero que existe una vida después que, a pesar del sufrimiento, no se paraliza", apuntó.

No obstante, advirtió de que en ocasiones la experiencia vivida les impide tener de nuevo "relaciones equilibradas" y que se trata de jóvenes que nunca tuvieron la oportunidad de ejercer un oficio. "Nosotras consideramos que la educación es una pieza fundamental en su proceso de recuperación, por eso insistimos en que lleven a cabo programas de formación", añadió.

Por su parte, la directora de la sección de Protección de la institución, Kifah Abu Aiash, insistió en que la lucha por el emponderamiento de la mujer palestina requiere grandes dosis de esfuerzo y de la financiación suficiente. "Empleamos mucho dinero en enviarles a estudiar a escuelas y universidades para que en el futuro sean capaces de defenderse solas y sobrepasen ese círculo de violencia", recordó.

EL MALTRATO, PROBLEMA GLOBAL

El centro ofrece diversos programas de atención entre los que destacan el servicio de información social, dirigido a instruir a la población de la zona sobre el problema del maltrato y a dar pautas de prevención, especialmente en los centros educativos; y el de asesoramiento legal, en el que dos abogadas ofrecen consejo legal y representan a las víctimas en los juicios.

Finalmente, las representantes de la plataforma anunciaron su intención de financiar becas de estudio para que algunas de las mujeres del centro viajen próximamente a España e inicien programas de formación. "El fenómeno del maltrato no es una característica de la sociedad palestina ni del tercer mundo, sino una lacra global que hay que combatir con eficacia", concluyeron.