ALMERÍA, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de la Oficina de Vicepresidencia de la Junta de Andalucía en Almería, Rafael Salazar, ha indicado que se ha encargado un informe a los arqueólogos que trabajan en el cementerio de San José y Santa Adela de la capital almeriense para averiguar si se puede o no seguir con los trabajos de exhumación planteados inicialmente después de que las primeras catas revelaran la existencia de cuerpos no compatibles con la de represaliados.
Salazar ha explicado que hasta el momento, según los datos aportados por el equipo de especialistas, los restos encontrados se corresponden con personas fallecidas en la década de los 60, entre las que se encuentran varios cuerpos de bebés y menores; si bien ha señalado su interés en "no suspender" definitivamente los trabajos hasta estar seguros de las posibilidades con las que cuentan para dar con los restos reclamados.
El responsable de la Junta ha indicado a Europa Press que por ahora se cuenta con "indicios" que "hacen suponer" que los cuerpos que se buscan fueron exhumados y llevados a un huesario, donde se habrían mezclado con restos de otras personas y de otras épocas. Esto haría "imposible" la localización de los represaliados, ha explicado.
No obstante, ha asegurado que el haber actuado de esta forma supondría un comportamiento "extrañísimo" del que, por el momento, no se ha obtenido constancia documental aunque sí el testimonio del anterior sepulturero. En esta línea, se prevé durante la tarde de este miércoles mantener una reunión con un experto a fin de que arroje luz sobre qué pudo haber pasado con las fosas.
"Da la impresión de que se ha seguido una práctica por antiguos responsables municipales de hacer agujeros para cambiar los huesos de unos por los de otros", ha interpretado Salazar, quien ha mostrado el interés de Gobierno andaluz de documentar la actuación para trasladarla a los familiares e historiadores.
En este sentido, ha puntualizado que los arqueólogos finalizarán las excavaciones en las fosas abiertas correspondientes a las coordenadas de Torcuato Ortega y Francisco Alcaraz y de Sebastián García, con lo que de momento no prevé abrir una tercera, ya que podría suponer un "gasto innecesario" en caso de que las sospechas iniciales sean confirmadas.
