SEVILLA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CCOO ha acusado este jueves a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía de "modificar unilateralmente" los objetivos que los centros se habían marcado en el Programa de Calidad y de Mejora de los Rendimientos Escolares y que, previamente, habían sido aprobados por la propia Administración educativa.
En un comunicado, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Andalucía, José Blanco, ha asegurado que la Administración educativa está analizando en estos días el resultado del Plan de Calidad en aquellos centros que llevan cuatro años desarrollándolo y cuyos profesores, según el porcentaje de logros obtenidos en base a los que se diseñaron en su momento por la Consejería, percibirán los respectivos incentivos económicos que prevé el plan.
Para Blanco, el hecho de que Educación esté modificando estos objetivos 'motu propio' "es un atropello contra el profesorado y contra el trabajo que ha venido realizando a lo largo de cuatro años". Es por esto por lo que exige al titular de la Consejería, Francisco Álvarez de la Chica, que en la evaluación de los resultados, "respete escrupulosamente los objetivos aprobados para cada centro y que no los modifique precisamente cuando el programa va a ser evaluado".
Además, el sindicalista ha criticado que el Plan de Calidad, fruto de un acuerdo alcanzado en marzo de 2007 entre la Administración educativa y las organizaciones ANPE, CSIF y UGT además de CCOO, "conlleva la dotación de recursos humanos con profesorado de refuerzo y con reducción del número de estudiantes por clase para el logro de los objetivos del propio programa, una cuestión acordada en la Comisión de Seguimiento del Acuerdo y que no se ha cumplido en todos los casos."
Ante ello, CCOO pide a la Junta que "evalúe igualmente el cumplimiento en la parte que le corresponde de la aplicación de este programa haciendo públicos los recursos humanos con que ha dotado a estos centros". El sindicato insiste, asimismo, en que el programa de Calidad se modifique a la mayor brevedad para que "se excluyan los indicadores relacionados con rendimientos escolares, ya que si un centro mejora en la valoración que hace las familias sobre su actividad, el alumnado participa en un mayor número de actividades extraescolares, el centro desarrolla proyectos de innovación educativa o hay una mayor participación de los padres y madres en la vida del centro, el número de aprobados o suspensos escapa a la propia actuación del profesorado".
En ese sentido, Blanco ha pedido que "el número de aprobados no sea realmente determinante en la evaluación final del programa, ya que hay numerosos factores que escapan al propio profesorado y que determinan que un estudiante apruebe o no".
