El empleado que se negó a firmar las facturas "infladas" de Matinsreg apunta a García Anguita

JAÉN, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

El empleado municipal que como técnico se negó a firmar las facturas "infladas" de Matinsreg ha apuntado al que fuera primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Jaén y acusado en esta causa, Miguel Ángel García Anguita, como la persona que le coaccionó para que les diera el visto bueno.

B.G.O. ha declarado como testigo que su negativa a firmar las facturas conllevó "amenazas" y "coacciones" por parte de Miguel Ángel García Anguita, quien llegó a decirle "se firma por mis cojones o te vas". Y eso, según el testigo, es precisamente lo que ocurrió, que por su negativa a rubricar las facturas se encontró sobre la mesa con el decreto de cese firmado por Garcia Anguita, al que le llegó a decir "a robar, a Sierra Morena".

También ha manifestado que fue García Anguita el que pidió que se tuviera "especial cuidado" con que las facturas no superan los 50.000 euros para evitar pasar por Contratación. Asimismo, el testigo ha referido que las facturas no pasaban por Registro sino que se dejaban directamente en su despacho.

Durante dos horas de declaración, B.G.O. ha relatado que se dio cuenta "desde el minuto uno" que las facturas eran "falsas", que fue el economista encargado de ratificarlas el que le comunicó que él no las firmaría y por eso su negativa a seguir haciéndolo pese a las presiones tanto de García Anguita como del gerente de Matinsreg.

Ha rechazado que su cese viera motivado por su falta de categoría o por el hecho de que fuera laboral y no funcionario. "No era necesario quitarme, bastaba con meter a alguien como el técnico que finalmente entró después de mí", ha señalado.

El testigo ha dicho que tras su cese comenzó "el acoso laboral" hasta el punto de que por indicación de García Anguita cada destino era "peor" y así acabó en "el camión de la basura". "Yo era el que estorbaba porque no accedía a lo que querían, por lo que me quitaron de en medio", ha señalado el testigo.

B.G.O. se ha referido a la supuesta trama de facturas "infladas" que ahora enjucia la Audiencia de Jaén como "un chiringuito" del que informó al entonces alcalde de Jaén y también acusado, José Enrique Fernández de Moya. Lo hizo en una reunión en la que, según B.G.O., Fernández de Moya le reconoció que estaba "rodeado de corruptos, pero que no tenía pruebas".

En esta reunión, B.G.O., según su testimonio, le ofreció al alcalde como prueba las facturas falsas, pero éste le contesto que "no era el momento", al mismo tiempo que le puso en conocimiento del acoso del que estaba siendo víctima. Asimismo se ha referido como "lacayos vitalicios" de Fernández de Moya a todos aquellos que han negado hasta el momento que él pusiera en conocimiento del entonces alcalde todo lo que estaba ocurriendo con las facturas de las fuentes.

A la pregunta de por qué no denunció lo que estaba pasando, ha subrayado que él no quería complicaciones y por eso su único objetivo era reunirse con el alcalde para ver si sabía lo que estaba ocurriendo con las facturas y que después supo que se estaban poniendo reparos a las facturas.

El origen de esta causa está en la querella interpuesta por el grupo municipal socialista a finales de 2017 y en la que se apuntaba a pagos "inflados" por valor de unos cuatro millones de euros a Matinsreg, empresa a la que supuestamente se había adjudicado por un procedimiento de urgencia el servicio de las fuentes ornamentales en la ciudad cuando Fernández de Moya era alcalde de Jaén, en 2012.

La instrucción de esta causa derivó en la apertura de dos piezas separadas, de las que una de ellas sigue en investigación, mientras que otra ha sido archivada por el Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén.

En total son 36 testigos los que deberán declarar hasta el próximo 27 de abril. Para el 28, está previsto comenzar con las periciales, para así dar paso el 29 de abril a los informes, último paso para ya declarar el juicio visto para sentencia.