La enfermedad renal crónica afecta en Andalucía a más de 11.000 personas que precisan diálisis o trasplante

Archivo - Trasplante de riñón. Imagen de archivo.
Archivo - Trasplante de riñón. Imagen de archivo. - FRANCISCO AVIA - Archivo
Publicado: jueves, 9 marzo 2023 15:07

SEVILLA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Andalucía cuenta con más de 11.200 personas que precisan Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) para reemplazar la función de sus riñones, es decir, diálisis o trasplante. Situándose por debajo de la media nacional en la prevalencia (número total de casos) de pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC) en TRS, en la que alcanzó en 2021 los 1.320 personas por millón de población (pmp), frente a 1.387 pmp a nivel nacional.

Por su parte, la incidencia (nuevos casos) alcanzó las 149 pmp, justo en la media nacional en España, si bien experimentó un aumento del 7% respecto al año 2020. De este modo se situó entre las comunidades españolas que aumentaron su incidencia en el último año 2021, según los últimos datos disponibles en el Registro Español de Enfermedades Renales (REER), fruto de la colaboración entre la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y los registros autonómicos de enfermos renales.

Es por ello, que los profesionales de nefrología en España y los pacientes renales, junto a otras organizaciones, han vuelto a insistir en la necesidad de que las autoridades sanitarias y las administraciones públicas realicen un mayor esfuerzo para promover y potenciar la prevención y el diagnóstico precoz de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en España, una patología que sigue creciendo cada año en nuestro país y que a pesar del aumento de su prevalencia y mortalidad de un 30% en la última década, sigue siendo una gran desconocida para la gran mayoría de la sociedad, según un comunicado.

Tanto nefrólogos como pacientes renales han querido aprovechar la celebración del 'Día Mundial del Riñón', que tiene lugar este jueves, para insistir en la necesidad de que se desarrolle un plan nacional sobre la ERC, que actualice la estrategia aprobada en 2015 con el consenso de todas las comunidades autónomas y dé respuesta a los nuevos retos planteados por la "preocupante" escalada tanto de la incidencia como de la prevalencia de las patologías renales, con medidas y recursos que permitan avanzar especialmente en la línea de la prevención y la detección temprana para frenar su crecimiento en los próximos años.

Asimismo, pacientes y nefrólogos piden otras medidas imprescindibles para avanzar en la mejora del tratamiento y la calidad de vida de las personas con patologías renales, en especial las que sufren enfermedad renal crónica avanzada y tienen que someterse a Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS), es decir, diálisis o trasplante, para poder seguir viviendo. En concreto, el fomento de la donación de vivo como opción segura y eficaz para el trasplante renal; y la potenciación de los tratamientos domiciliarios, como la diálisis peritoneal o la hemodiálisis domiciliaria, que permiten una mayor autonomía e independencia del paciente al realizarlo en su casa, facilitando su conciliación laboral y familiar, además de contribuir a la sostenibilidad del sistema sanitario.

La presidenta de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), la doctora Patricia de Sequera, ha señalado que "la ERC es un grave problema de salud pública que ya afecta hasta un 15% de la población adulta en España, pero sigue siendo poco conocida para la mayoría de la sociedad, a pesar de tener un fuerte impacto en la expectativa de supervivencia y calidad de vida de los pacientes". Al mismo tiempo ha afirmado que "su diagnóstico suele ser tardío, cuando la enfermedad ya se encuentra en fases avanzadas, de ahí que se le conozca como la epidemia silenciosa".

De este modo, según los expertos, la gravedad de esta situación se ve reflejada en los datos de la evolución creciente de la ERC en España, que muestran que ya está entre las diez primeras causas de mortalidad, con la previsión de que sea una de las cinco primeras causas en 2040. La mortalidad por ERC ha crecido un 30% en la última década, al igual que la prevalencia, que se sitúa en una tasa de personas en TRS de 1.387 personas por millón de población (pmp). Por su parte, los nuevos casos se sitúan en 149 pmp, lo que supone que 7.084 personas iniciaron diálisis o trasplante en 2021. En total, 65.740 personas con ERC necesitan un tratamiento que reemplace la función de sus riñones.

El crecimiento de ERC se relaciona con factores de riesgo como la diabetes y la enfermedad cardiovascular (responsables de un 40% de los casos), la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo, que en su mayoría podrían evitarse o prevenirse con la adopción de unos hábitos de vida saludables, lo que permitirían frenar su avance. A ello hay que unirle que es una patología que en sus estadios iniciales presenta síntomas poco reconocibles, y que cuenta con infradiagnóstico que supera el 40%.

"De ahí la importancia de realizar un mayor esfuerzo en las etapas previas de la ERC, en prevención y diagnóstico precoz, aunando la colaboración de la atención primaria y otras estrategias que mejoren el tratamiento y la calidad de vida de las personas con esta enfermedad", ha añadido Patricia de Sequera.

Para el presidente de la Federación Nacional (Alcer) de pacientes renales, Daniel Gallego, "la población general debe empezar a darle importancia a la enfermedad renal y saber cómo prevenirla. Al igual que todo el mundo se preocupa por el colesterol o se hace chequeos generales de salud, debemos empezar a saber lo que es la creatinina y lo importante que es preguntarle a tu médico que tal están tus riñones, que están trabajando 24 horas al día, y nunca les damos la importancia que realmente tienen. Son esenciales para nuestra salud".

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