El escritor Joaquín Gil es "consciente de que las banderas de la guerra aún no han sido guardadas"

Actualizado: martes, 9 junio 2009 21:56

El comandante retrata en 'Marruecos ¡17 a las 17!' el golpe en las plazas del Protectorado español en 1936

SEVILLA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor Joaquín Gil retrata en su libro 'Marruecos ¡17 a las 17!' los acontecimientos que se desarrollaron durante las 16 horas del golpe que se produjo en las plazas del Protectorado español en los días claves del alzamiento del General Franco, siendo "consciente de que las banderas de la guerra todavía no han sido guardadas y que el libro generará suspicacias tanto por un lado como por otro, suspicacia del 36 en 2009".

En una entrevista concedida a Europa Press, este comandante del Cuerpo Jurídico Militar aseguró que los militares "siempre" han escrito sobre la Guerra Civil, aunque en este caso no se trata de estrategias o movimientos, sino "circunstancias de valoración de la casta militar" y reconoció que la obra sería vista de otra manera en otros tiempos".

En este sentido, añadió que "él que escribe sobre la Guerra Civil sabe de antemano las consecuencias que puede traer de antemano una obras de esa temática". Al hilo de esto, señaló que muchas veces hasta "la misma terminología puede generar suspicacias, pues el uso de alzamiento o sublevación, aunque sean sinónimos, crea debate, ya que si hablas de golpe eres un rojo y si hablas de alzamiento eres facha". Matizó que "esta visión se produce desde el punto de vista de los sensibilizados, pues la mayoría entiende perfectamente los términos, aunque sigue habiendo gente que no entiende este tema como historia, sino que pertenece, por desgracia, a la política".

'Marruecos ¡17 a las 17 !' descubre las 16 horas del golpe, una visión diferente del alzamiento y de la sublevación vista desde aquellos militares que no se sublevaron, unos personajes que intervinieron en los acontecimientos pero que quedaron olvidados por la historia por no ser del bando de los vencedores, aun siendo parte del ejército fueron omitidos.

Gil explicó que el ejército de 1936 estaba "politizado" del mismo modo que la sociedad del momento, "sufrió las mismas tensiones, afectando al cuadro de oficiales y suboficiales del ejército". En este sentido, apuntó que dentro de éste había personas "muy significadas, sobre todos los de izquierdas, que fueron omitidos para poder integrarse en el golpe, incluso vigilados" y como, otros oficiales sin haber sigo significados no se pudieron aliar por enemistades con otros oficiales o porque su posición generaba dudas entre los conspiradores".

El título, según el autor, fue la clave para el alzamiento, que se iba a producir el día 17 a las 17 horas, pero se vio adelantado a las 15 horas porque fueron detectados en Melilla tráfico de armas cortas que se estaban repartiendo entre los conspiradores y sumados al golpe.

La obra, que se presenta mañana en Sevilla, es parte de su tesis doctoral, para la que analizó fuentes documentales como los consejos de guerra para militares que no se sublevaron, testimonio de militares sublevados y no alzados, contando sus vivencias, aunque no fueran todo el levantamiento, pero si momentos concretos que han servido para ir cubriendo el puzzle que forma la reconstrucción de la historia, pues "nunca te puede basar en una sola fuente". Además, se sirvió de documentación oficial de archivos militares.

El militar señaló que la obra refleja "la politización del ejército, la clandestinización de algunos grupos de oficiales y suboficiales por ambos bandos, la situación previa de caos de la plaza de Melilla donde se produjeron incidentes y altercados no conocidos hasta el momento, los errores del gobierno de Madrid en cuanto a la dirección del Golpe de Marruecos con una gestión inadecuada, los errores de los gestores militares de Marruecos intentando controlar la sublevación, suspendiendo, incluso, reuniones por ir a comer o dormir la siesta, pensando que lo que ocurría era otra 'sanjurjada' perfectamente dominable", entre otros elementos que conforman el "caldo de cultivo de la obra", afirmó.

La obra, dividida en dos partes, recorre de forma lineal los acontecimientos de los hechos plaza por plaza, Melilla, Ceuta o Tetuán, para después analizar todos los personajes que aparecen, algunos de ellos a través de sus consejos de guerra, un elemento consecuencia de la formación profesional jurídica del escritor.