SEVILLA, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas, ha reclamado al alcalde de la capital andaluza, Juan Ignacio Zoido (PP), que se sume a la "defensa activa" de Torre Cajasol, diseñada por el arquitecto César Pelli, por el empleo y el interés de la ciudad.
En una nota, Espadas entiende que la principal conclusión de la reunión entre Cajasol y Zoido ha sido el "'sí' ya incuestionable del Ayuntamiento a la Torre Pelli, un posicionamiento que Zoido ha tardado mucho más de siete meses en hacer públicamente y con el que Sevilla traslada por fin un mensaje de seguridad jurídica para los inversores que, aunque tardío, es el acertado".
Para el portavoz socialista, en este momento Zoido debe cerrar la puerta a los "titubeos, a las ambigüedades y a las dobles de lecturas que viene manteniendo desde el principio" de la construcción de la torre, para centrar los esfuerzos en lo que el PSOE "lleva meses exigiendo".
Así, apunta a la necesidad de que exista una "postura clara y oficial" en defensa de la obra y de los empleos que genera, además de utilizar argumentos "potentes de la mano de la legalidad y tratar de negociar y convencer a la Unesco de la compatibilidad del edificio en el 'skyline' sevillano con el patrimonio de la ciudad, que queda libre de cualquier agresión".
Espadas considera que, en estos siete meses de "vaivenes", Zoido ha alimentado las "especulaciones sobre la legalidad de la licencia y la idoneidad de la construcción, sin despejar incógnitas y dando opciones a quienes albergaban incluso la posibilidad de la paralización". Para el PSOE, "sin lugar a dudas, esta indefinición de Zoido en su calidad de alcalde de Sevilla, ha hecho que se pierda terreno en la defensa de la torre, un margen de vacío por ausencia de postura oficial que ha sido aprovechado por los más críticos".
Los socialistas avisan a Zoido de que ésta será la "única posición oficial aceptada de ahora en adelante, sin más cambios de opinión ni alternativa posible que no sea 'Pelli, sí', una nueva exigencia en la que el alcalde deberá emplearse a fondo para recuperar la credibilidad y conseguir la compatibilidad por parte de la Unesco".
