SEVILLA, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los antiguos trabajadores de la planta de astilleros de Sevilla, actualmente cerrada, retomarán "de forma inmediata" las movilizaciones ante los "impagos salariales", toda vez que, según han indicado "a todos los operarios se les adeuda las nóminas desde octubre y la paga extra de diciembre".
Fuentes sindicales han indicado a Europa Press que en próximos días concretarán las movilizaciones, pero han dejado claro que volverán las protestas ante la actual situación, en la que estas personas "llevan sin cobrar desde octubre, desde antes de que cerrara la factoría, a finales de año".
Las fuentes han aludido a las reclamaciones que se han llevado a cabo ante los administradores concursales y han criticado "la falta de respuesta de la Junta y del Gobierno central a nuestras demandas, pues tenemos las indemnizaciones y las prestaciones por desempleo pendientes de cobrar".
Asimismo, han criticado que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) "no hay ninguna respuesta ni ningún cumplimiento de los compromisos hacia los trabajadores de la industria auxiliar interna", de forma que "se produce un engaño generalizado".
"Todo esto hace que vayamos a la movilización, de manera inmediata, que debemos concretar en asamblea", han agregado las fuentes.
Los trabajadores de los astilleros de Sevilla han criticado que tras el despido de toda la plantilla y el cierre de la factoría, a todos los operarios "se les adeudan tres nóminas y la paga extra de diciembre".
Fuentes sindicales han recordado a Europa Press que la situación actual se centra en que "se ha despedido a toda la plantilla" de astilleros de Sevilla. No obstante, han asegurado de que "a la plantilla se le adeudan las nóminas de los meses de octubre, noviembre y diciembre y también la paga extraordinaria de diciembre, y tampoco se ha percibido nada de las indemnizaciones correspondientes".
Los últimos 58 trabajadores de astilleros de Sevilla terminaron el 31 de diciembre de 2011 sus contratos, en cumplimiento del expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter extintivo, aprobado y autorizado por el Juzgado de lo Mercantil, lo que supone el cierre de las instalaciones tras casi 60 años de historia de la factoría naval.
