SEVILLA, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación de Proveedores de e-Learning, APeL, Jose Ignacio Ustaran ha presentado el estado de la industria de la formación 'on line' en Andalucía, de forma que este sector ha cerrado 2011 con 205 millones de facturación por parte de las empresas andaluzas, lo que supone un tercio de los 740 millones de euros registrados a nivel nacional, por lo que Andalucía se convierte en "en una de las principales comunidades en cuanto a la proyección de dicha industria a nivel nacional".
En una nota, Ustaran ha destacado el papel "predominante" de Andalucía como comunidad en la que "más se utiliza Internet con fines formativos" y donde después de Madrid, este sector tiene una mayor relevancia. Así lo ha cifrado con el propio crecimiento de la Asociación, que desde el año 2009 y hasta el cierre del 2011 ha visto incrementado en 16 el número de nuevas empresas adheridas.
Junto a este crecimiento, ha resaltado también el número de empleos directos e indirectos que ha generado el sector, que, según datos de APeL, asciende en Andalucía a 2.200 empleos directos y 3.000 indirectos.
Ustaran también se ha referido al número de alumnos formados en la Comunidad durante el año 2011, superior a 100.000 alumnos.
En cuanto a los cursos más demandados y según datos de dicha asociación, estos lideran el área de idiomas, seguida de las TIC y la Ofimática. No obstante, se prevé que para los próximos años la tendencia apunte hacia una formación más especializada e individualizada.
REIVINDICACIONES
El presidente de APeL también se ha referido a las reivindicaciones del sector representado en dicha asociación y ha pedido a la Administración que "apueste por un modelo de formación sólido a la vez que innovador, que permita nutrir al mercado laboral de profesionales versátiles y competitivos, especialmente necesarios en momentos como los actuales".
El presidente de APeL ha reclamado la financiación de proyectos de desarrollo de la modalidad e-learning y ha solicitado, entre otros, la creación de un sistema que obligue a las entidades formativas a trabajar desde la calidad.
A juicio de Ustaran, "si la Administración quiere apostar por el Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales debe adaptarse a los tiempos que corren y permitir que dichas certificaciones puedan ser seguidas por los alumnos en modalidad completamente 'on line'".
Ustaran ha recalcado que "no tiene sentido que en España se pueda estudiar una carrera universitaria cien por cien 'on line' o incluso formación profesional, y por el contrario cuando un profesional quiera optar a una certificación se le obligue a cursar un número de horas presenciales irremediablemente".
