Las ayudas de la Administración autonómica permiten desde el pasado año la creación de 3.194 puestos de trabajo
SEVILLA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía ha incentivado con 91,5 millones de euros un total de 1.447 proyectos de innovación y desarrollo empresarial, ayudas que, reguladas por una orden de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa que fue aprobada en mayo de 2005, han apoyado desde entonces una inversión privada de 403,5 millones de euros y la creación de 3.194 puestos de trabajo.
Según informó la Junta en un comunicado remitido a Europa Press, los incentivos se han repartido a través de los distintos programas que incluye la orden de la Consejería: modernización de empresas (50,65% de las ayudas), creación de nuevas compañías (24,71%), I+D+i (16,73%), Plan de Consolidación y Competitividad de la Pyme (7,45%) y Cooperación Empresarial (0,46%).
Así, por tipo de instrumento empleado, el 86% son incentivos a fondo perdido y el 14% corresponden a bonificaciones de tipos de interés, incentivos reembolsables, préstamos participativos en capital y préstamos del Banco Europeo de Inversiones (BEI). Además, en cifras globales, el 60% de los incentivos aprobados corresponden al apartado de la innovación.
En cuanto al impacto en los diferentes sectores, las ayudas se concentran sobre todo en el industrial (65,66% de los incentivos), destacando entre los subsectores la fabricación de minerales no metálicos (25,55%); la industria de equipo eléctrico, electrónico y óptico (15,3%); la de alimentación, bebidas y tabaco (11,5%); y la industria manufacturera diversa (8,39%). El sector servicios recibió el 34,34% restante de los incentivos.
La Orden de Incentivos para el Fomento de la Innovación y Desarrollo Empresarial de Andalucía responde a la "necesidad de generar un cambio cultural" del tejido empresarial andaluz apoyado en la concepción de la innovación como pilar sobre el que apoyar el crecimiento y la competitividad, y como preparación para el nuevo marco comunitario y el VII Programa Marco de I+D+i de la Unión Europea, que destinará el 75% de su dotación inicial (4.200 millones de euros) a las pymes. Este cambio es "clave" para que el empresariado andaluz compita desde la mejor posición en una economía marcada por la globalización y la sociedad de la información.
La citada orden, aprobada por la Junta el 24 de mayo de 2005, aporta una serie de "novedades muy destacadas" respecto a la solicitud, tramitación y realización de los incentivos, si bien, su novedad fundamental radica en el "cambio de filosofía en la gestión de los fondos destinados al apoyo del tejido empresarial andaluz". Ante todo se sustituye el concepto de subvención por el de incentivo, ya que el apoyo que se presta a las empresas no es para solventar problemas de capacidad financiera de los promotores, sino para orientar las inversiones en una dirección determinada: el incremento de la productividad y la competitividad de las empresas y organismos de investigación.
MINIMIZAR DEBILIDADES
Otra de las características más reseñables de la nueva normativa es su carácter selectivo, puesto que su objetivo es incentivar todo aquello que aporte valor añadido sobre lo que existe, es decir, que introduzca innovación, que minimice las debilidades y favorezca las oportunidades del tejido empresarial andaluz.
En cuanto al aspecto administrativo, la orden, fruto del consenso entre los agentes económicos y sociales de la comunidad, simplifica tantos los procesos de tramitación como los tiempos. De esta forma, la norma aglutina las 15 disposiciones normativas que hasta el momento regulaban la concesión de incentivos al desarrollo empresarial y se ha establecido una entrada única para todas las solicitudes, un único órgano gestor (la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía) y un único procedimiento general de tramitación, gestión, resolución y abono, lo que simplifica y agiliza la respuesta administrativa.
