El Juzgado podría solicitar la participación de peritos policiales y ha citado para declarar mañana a la madre del fallecido
SEVILLA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
La grabación de las cámaras de seguridad del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla realizada el pasado 26 de febrero, cuando se produjo un tiroteo a escasos metros de la puerta del área de Urgencias de Traumatología en el que perdió la vida un joven de 27 años y una mujer resultó herida, no muestra los momentos previos al suceso, con lo que el origen del mismo no ha podido ser determinado a través de la filmación.
Así lo declaró hoy a los periodistas la abogada del presunto autor material de los disparos, Esperanza Lozano, al término del visionado de las imágenes realizado este mediodía en el Juzgado de Instrucción número 15 de la ciudad. La letrada matizó que para la defensa del detenido --que está en prisión por los hechos-- es "fundamental" conocer lo que ocurrió en los instantes previos al tiroteo para determinar, en cualquier caso, si el delito cometido se trató presuntamente de un asesinato o un homicidio.
Fuentes judiciales explicaron que se visionaron las imágenes recogidas por una cámara de vigilancia del interior, en formato VHS, en las que, en principio, no se ve nada relacionado con el caso. En cuanto a las recogidas en el exterior, en formato CD, se dijo que las imágenes del tiroteo comenzaron a registrarse a las 16.45 horas y duran unos segundos.
Por el tipo de grabación de estos equipos, se informó de que no se pudo identificar a nadie en actitud de disparar, aunque sí se vio al fallecido y a la mujer herida en el suelo, de ahí que se pudiera solicitar la participación de peritos policiales por si estos pudieran aportar algún dato más sobre lo recogido en la grabación.
Así las cosas, la abogada del presunto autor del tiroteo, que recordó que el guarda de seguridad del hospital que declaró por lo sucedido dijo que vio a una persona disparar a una distancia de 25 metros, dio a conocer también que el pasado día 2 se levantó el secreto sumarial del caso, por lo que ahora perfilará los argumentos que esgrimirá en su defensa.
Después de recordar igualmente que ningún testigo ha dicho haber visto nada de los momentos previos a los disparos, Lozano adelantó que mañana está previsto que declare por lo sucedido la madre del fallecido, E.S.G.
La abogada dijo también hace una semana que su defendido se encontraba "arrepentido y cabizbajo" en prisión y, de momento, se ha acogido a su derecho a no declarar.
Esperanza Lozano indicó a Europa Press que su defendido ingresó en la cárcel acusado por el Ministerio Fiscal de un presunto delito de asesinato consumado, otro de asesinato intentado --en grado de tentativa-- y también por tenencia ilícita de armas. Se le acusa de ser el autor material de la muerte de un joven de 27 años, así como de herir gravemente a la madre de éste, de unos 70 años.
Lozano resaltó que se trata de un joven "pacífico", sin antecedentes, de 24 años, casado y con dos hijos de un año y medio y cuatro. "Se le habrá ido la cabeza en un momento dado por las circunstancias que fuesen y que está totalmente arrepentido, cabizbajo y dolido", aseveró.
Cuando se produjeron los hechos, la mujer del presunto autor de los disparos se encontraba ingresada en el Hospital Virgen del Rocío, aunque tuvo que pedir el alta voluntaria tras el tiroteo por temor a represalias por parte de familiares de la víctima. De hecho, para evitarlas, el Cuerpo Nacional de Policía mantuvo hasta hace unos días un dispositivo de vigilancia especial en las inmediaciones del hospital, así como en Las Tres Mil Viviendas, donde residían tanto el fallecido como el presunto asesino.
El suceso se produjo, al parecer, derivado de una pelea protagonizada por dos familias de etnia gitana residentes en Las Tres Mil Viviendas, posiblemente por motivos de índole amorosa.
