La Cañada de Verich (Teruel) recupera su ermita y el antiguo lavadero, después de unas obras de restauración

LA CAÑADA DE VERICH (TERUEL), 25 (EUROPA PRESS)

La Cañada de Verich recuperó hoy la Ermita del Pilar y el antiguo lavadero, que han sido objeto de restauración. Estas dos intervenciones han permitido poner en valor el patrimonio arquitectónico e hidráulico de este municipio turolense que, junto al paisaje que le rodea, potencian su proyección dentro del turismo rural.

El consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes del Gobierno de Aragón, Alfonso Vicente, el presidente de la Diputación de Teruel (DPT), Antonio Arrufat, y el alcalde de La Cañada de Verich, José Manuel Insa, inauguraron hoy la restauración de la ermita y del lavadero.

La restauración de la Ermita del Pilar contó con un presupuesto de 119.663 euros, de los cuales la Diputación General de Aragón ha financiado 98.663 y la DPT, 21.000 euros. El proyecto fue redactado por el arquitecto Miguel Ángel Laguens y adjudicado a la empresa Gestión del Patrimonio Rural S.L.

La caída de un rayo en la ermita produjo graves desperfectos en la cubierta, molduras del interior y arco de la entrada, agravados por el paso del tiempo, lo que provocaba humedades, grietas y desprendimientos, que se han visto paliadas con la rehabilitación.

Esta ermita es un edificio del siglo XVIII construido en mampostería revocada con mortero de cal con enmarcado de huecos, esquinas y atrio en sillería. Tiene una sola nave cubierta con cúpula semiesférica apoyada sobre pechinas y un gran tambor. Tiene una espadaña curvilínea, ábside, sacristía y coro. El interior está profusamente decorado.

En cuanto a la restauración del lavadero de La Cañada de Verich, un proyecto enmarcado en el convenio de colaboración suscrito por la Diputación de Teruel y la Consejería de Economía del Gobierno de Aragón con motivo de la celebración de la Exposición Internacional 2008. Esta obra ha supuesto una inversión de 17.400 euros.

El lavadero de La Cañada de Verich es una obra que reproduce una antigua infraestructura que podría datar de 1878. Se trata de un recinto semiabierto, de planta pentagonal irregular, en el que la zona de lavado está a un nivel inferior al del suelo de la plaza de la Fuente donde está situado. Está realizado en material que imita la mampostería y sillería, con techumbre de madera, cubierta de teja árabe y suelo de losas de piedra.

Es un lavadero de pequeñas dimensiones, pero que guarda el encanto de este patrimonio histórico muy valorado por los vecinos de este municipio. El agua procede de la fuente principal situada en el otro extremo de la plaza. Este manantial dispone de una estructura restaurada en 1992 y ofrece abundante agua durante todo el año.