ZARAGOZA, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, María Victoria Broto, ha presentado el Plan director de la cooperación aragonesa para el desarrollo (2020-2023), en una Comisión en las Cortes en la que ha destacado que los retos más importantes que plantea este documento son "luchar contra la desigualdad social y la emergencia climática".
Exponer este plan en la Comisión de Ciudadanía es el trámite previo a la presentación, por parte de los diferentes grupos parlamentarios, de propuestas de resolución que serán valoradas por la Mesa y, después, debatidas y votadas en el órgano sectorial, tal y como recoge el artículo 233 del Reglamento de las Cortes de Aragón.
María Victoria Broto ha desgranado que el texto de trabajo fue aprobado en abril por el Gobierno de Aragón, se ajusta a los objetivos de la Agenda 2030 --iniciativa impulsada por Naciones Unidas para dar continuidad a la agenda de desarrollo tras los Objetivos de Desarrollo del Milenio-- y apuesta por una cooperación "descentralizada", la ampliación de las prioridades geográficas y la inclusión de prioridades transversales, así como "el refuerzo" de la evaluación de sus resultados.
"Los retos mas importantes que se plantea este plan son luchar contra la desigualdad social y la emergencia climática", ha indicado la consejera, al tiempo que ha evidenciado que también se tiene muy en cuenta la situación que se vive en todos los países con la pandemia: "La cooperación es una herramienta que, si tiene sentido siempre, hoy más que nunca".
"Hasta ahora, este plan recogía fundamentalmente prioridades geográficas, pero en este momento lo que plantea también son prioridades trasversales, es decir, esos objetivos que tenemos para desarrollar la Agenda 2030".
Así, ha apuntado que entre estas prioridades trasversales se han tenido en cuenta la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres, la protección del medio ambiente, el fortalecimiento de la sociedad civil organizada y la defensa de los derechos humanos.
"En el anterior plan se recogían las zonas geográficas tradicionales de la cooperación aragonesa para el desarrollo, que son 20 países, más los países que se encuentran en desarrollo con conflicto. En el plan actual contamos con los mismos países pero hemos añadido Filipinas y Nepal y se incorporan aquellos con índice de desarrollo humano, además, se mantienen los indicadores del plan anterior", ha expuesto.
Sobre lo que tiene que ver con los servicios sociales básicos, ha señalado que siempre se ha hablado de la importancia de tener acceso al agua potable, alimentación, erradicación de la pobreza, educación y vivienda, pero se han incluido algunos como la salud mental, la salud sexual y reproductiva y la interrupción voluntaria del embarazo o la educación de niños y niñas en zonas de conflicto.
Además, en el punto en el que se habla del fortalecimiento de las estructuras democráticas, en este plan, se ha incluido la persecución de las minorías, la justicia independiente y el apoyo a procesos de superación de pasados traumáticos. También se han planteado temas como la brecha laboral y salarios de las mujeres, los cuidados, la democracia paritaria, el trabajo decente, el crecimiento económico justo y el consumo responsable.
"Con estos objetivos lo que estamos diciendo es que no solo queremos que esos países mejoren sino que queremos que mejoren de una manera determinada, eso es importante", ha subrayado, momento en el que ha agregado que la igualdad efectiva entre hombres y mujeres también tiene mucha importancia en este plan, igual que la sostenibilidad ambiental y el cambio climático y la reducción de las desigualdades sociales.
"Queremos también trabajar para dar una mayor visibilidad a la cooperación y a las políticas de solidaridad, la incorporación de la ciencia y la innovación en las políticas de cooperación al desarrollo y nos parece también que tenemos que medir la cooperación, que es muy importante realizar una medición de lo que hacemos y de los resultados".
Por otra parte, la consejera ha comentado que desde 2015 se ha duplicado el presupuesto de cooperación, de 2.515.000 a 5.550.000 euros.
RETRASO POR LA CRISIS SANITARIA
Broto ha evidenciado que se empezó a trabajar en este plan en enero y que debía haberse aprobado antes, para la crisis sanitaria ha retrasado todo el proceso. También como consecuencia de la COVID-19, este documento no se ha podido someter a un proceso de participación ciudadana convencional, como se ha hecho en otras ocasiones.
"Pero se ha habilitado un cauce de participación en el seno de la Comisión Autonómica de Cooperación al Desarrollo --órgano de coordinación entre las administraciones públicas de la comunidad-- y en el Consejo Aragón de Cooperación al Desarrollo --órgano de consulta y asesoramiento en materia de solidaridad internacional-- para que se pudieran plantear cuestiones por parte de todos los agentes de la cooperación aragonesa".
"Este plan comenzó a elaborarse en 2020 con un proceso de participación que tuvo como consecuencia un total de 192 aportaciones, de esas 106 se aceptaron en su totalidad y 86 no se aceptaron, en su mayoría porque no contaban con un alto grado de consenso".
PARCHES
La diputada del PP, Ana Marín, ha valorado que en la cooperación al desarrollo "no se trata de poner parches sino evitar que se tengan que poner" y ha agradecido la petición de ampliar el listado de países donde colaborar. En el debe ha situado la "insuficiente" información y sensibilización a la población aragonesa del trabajo realizado.
La socialista Pilar Zamora ha asegurado que la pandemia "no puede hacer retroceder en el empeño de reducir las brechas de desigualdad" porque esta crisis, en su opinión, deja aprendizajes como la solidaridad, la vulnerabilidad de nuestro mundo interdependiente y que "el virus no entiende de fronteras".
La parlamentaria de Cs, Loreto Camañes, ha esgrimido el Estatuto de Autonomía para defender el papel de la Comunidad en materia de cooperación al desarrollo, materia sobre la que ha considerado que "se ha avanzado, pero todavía queda mucho para lograr un mundo más justo, especialmente en el periodo de la pospandemia".
La diputada de Podemos Equo, Marta Prades, ha dicho que la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto "la solidaridad" de la gente, porque fue lo primero que se puso "en marcha" para beneficio de lo común y ha alabado la alta participación que ha suscitado este plan, lo que, a su juicio, demuestra la importancia y el interés de los colectivos.
En representación de CHA, Carmen Martínez, ha resaltado la mejora que supone la inclusión en el plan de las de prioridades transversales, como la igualdad entre hombres y mujeres y la protección y defensa de los derechos humanos y ha defendido la participación social y el índice de propuestas aprobadas.
El parlamentario de Vox, David Arranz, ha pedido "humildad" ante un plan "grandilocuente y quimérico, un brindis al sol más propio de una lista de deseos de una miss" con el que desde Aragón se pretende, entre otras "abstracciones inalcanzables", acabar con el hambre en el mundo "cuando apenas somos capaces de hacer frente a nuestras situaciones de pobreza".
La diputada del PAR, Esther Peirat, ha considerado "fundamental" impulsar este tipo de ayudas en un momento como el actual, en el que la pandemia ataca "y no entiende de fronteras" y ha destacado la condición de Aragón de "pueblo solidario" que lleva años colaborando en esta tarea.
Mientras, el parlamentario de IU, Álvaro Sanz, ha resaltado la importancia de contar con políticas públicas "fuertes" en materia de cooperación para contribuir a resolver problemas como la violación "intolerable" de los derechos humanos, la desigualdad "insufrible" entre hombres y mujeres y la "destrucción y depredación" del planeta.
