ZARAGOZA, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno municipal de Zaragoza en Común (ZEC) ha asegurado que el polvo que se genera en el proceso de limpieza y decapado de la estructura metálica del Mercado Central, "está controlado", según han indicado desde la dirección de obra, ya que se han colocado "todos los medios físicos para evitar que el escaso polvo que sale se escape del centro de trabajo".
El polvo que, en algún momento se puede apreciar, es el acumulado en las partes altas de la estructura, que se levanta en el momento de recibir el chorro de aire de las máquinas, ha descrito el Ayuntamiento de Zaragoza en una nota.
Además se está chorreando con granalla metálica (totalmente inerte e inocua), que no lleva polvo, si bien alguna partícula de estas proyecciones puede salir al exterior. Por ello, la zona de trabajo está limitada al exterior por lonas y cuando se va a proyectar sobre zonas bajas se humedece la superficie de trabajo para evitar que se levante polvo.
"La mayor incidencia se puede producir cuando sopla el viento, que no se puede controlar, y el remolino eleva el polvo", han justificado desde el Ayuntamiento de Zaragoza.
Precisamente, se ha elegido para el chorreo la granalla metálica, frente al sistema habitual de arena de sílice, que se emplea para estos menesteres, porque la granalla metálica no produce polvo y la arena de sílice sí, han argumentado.
La principal incidencia en estos trabajos se produjo como consecuencia de la tormenta del pasado día 12, con rachas de viento que casi alcanzaron los 110 kilómetros por horas, y que arrancaron la lona que se había instalado para evitar que el polvo saliera al exterior.
Por ello, se volvieron a colocar (reforzadas) las lonas y se acotó mejor la zona de trabajo. "Mientras se instalaba de nuevo la lona y se tomaban las medidas complementarias, se interrumpieron los trabajos de chorreado, limpieza y decapado, hasta que no estuvieron de nuevo completamente operativas", han aseverado.
