El Grupo Militar de Alta Montaña de Jaca emprende una expedición al techo del Ártico en Groenlandia

Actualizado: martes, 31 julio 2007 16:46

JACA (HUESCA), 31 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM), con sede en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE) de Jaca, emprenderá en agosto una nueva aventura que le llevará a intentar acceder al Monte Gunnbjorns, techo del ártico situado en Groenlandia.

Esta será la primera expedición española que intentará la cima iniciando la ruta desde el mar, siguiendo el itinerario que hizo Watkings en el año 1935. La expedición cuenta con la dificultad añadida de tener que portear todo el material dado que no se dispondrá de abastecimiento durante toda la actividad.

La aventura implica también una serie de experimentos científicos que se realizarán en colaboración con el Grupo de Trabajo en Entornos Hostiles (GTE) de la Universidad de Zaragoza sobre la conductividad de la nieve en sistemas montañosos, lo que permitirá mejorar el sistema de rescate a víctimas de avalancha y asimismo, se dará continuidad a otros proyectos del campo de la medicina en los que la EMMOE lleva años trabajando.

Se realizará un estudio médico para determinar la respuesta del organismo ante una travesía de estas características, en línea con el efectuado en colaboración con el Hospital General de la Defensa y el Centro de Medicina del Deporte de Aragón, durante la realización por el GMAM de la travesía transpirenaica invernal en el año 2005.

La expedición, compuesta por cinco miembros, entre ellos el coronel Alfonso Juez, director de la EMMOE de Jaca, tiene previsto acceder a la costa este de Groenlandia por barco desde Islandia. Desde el desembarco, recorrerán unos 120 kilómetros con trineos hasta la base del Gunnbjorns, y regresarán por un itinerario similar de nuevo a costa. Si el tiempo lo permite intentarán además realizar otras ascensiones en zona a picos vírgenes.

La dificultad de la aventura que pretenden abordar es máxima, puesto que pisarán terreno desconocido y muy poco explorado, lo que otorga a esta aventura un carácter especial.

Además, la presencia de témpanos flotantes y el aumento de grietas en el glaciar dificultan de manera importante la navegación marítima y terrestre. Llegar a costa tras dos días de navegación desde Islandia constituye en sí mismo un reto, puesto que a la dificultad de esta travesía en aguas heladas se añaden otros peligros, como los canales de deshielo, las grietas y los osos.