ZARAGOZA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La escritora Irene Vallejo (Zaragoza, 1979) ha recibido el Premio Aragón 2021, en el transcurso del acto institucional que, con motivo de la festividad de San Jorge, ha tenido lugar en el Palacio de La Aljafería, sede de las Cortes de Aragón. Tras recibir el galardón, de manos del presidente del Ejecutivo autonómico, Javier Lambán, la también doctora en Filología Clásica ha expresado el deseo siguiente: "Me gustaría que este premio se lea como una reivindicación a la cultura aragonesa".
Este premio ha sido concedido a Vallejo "por haberse convertido en una referencia para todo tipo de públicos" y por "colocar en primera línea el valor de las humanidades".
La escritora ha expresado su agradecimienro por recibir esta distinción. "Me gustaría encontrar en la biblioteca secreta de un antiguo palacio un diccionario que albergara mil formas posibles de expresar mi gratitud. Esta es una tierra de cierzo bondadoso y a veces también desmesurado".
Además, ha deseado "estar a la altura de este espléndido regalo y quizá merecerlo en estos años venideros, en los caminos inciertos del porvenir este honor será siempre un respaldo, un impulso cuando tiemble el pulso sobre el papel y una mano tendida".
Vallejo, Premio Nacional de Ensayo 2020 por su obra 'El infinito en un junco', ha recorrido en la última década los caminos y comarcas de Aragón, "trazando rutas zigzageantes por una recóndita geografía, por institutos y bibliotecas rurales allí donde los clubes de lectura desembocan en el ritual de la tortilla de patetas y las croquetas compartidas".
Durante su intervención ha narrado: "Desde los Pirineos al Maestrazgo entre maestros y bibliotecarias he conocido a los herederos contempóraneos de los antiguos bardos al amor del fuego", señalando que "la lectura puede parecer una actividad sedentaria pero en realidad nos devuelve a la condición nómada y andariega de las buenas historias", y que "se hace camino al leer".
Ha apostillado que "el futuro está todavía por escribir", y ha menciondo a Marcial, a Baltasar Gracián, a las brujas de Trasmoz, la magia de la imprenta, el desencanto lúcido de Goya, los exilios de Ramón J. Sender y Luis Buñuel, la silenciosa rebeldía de María Moliner y a Félix Romeo.
Vallejo ha tenido un recuerdo especial para la educación, la sanidad y la sociedad aragonesa.
El Premio Aragón, máxima distinción ordinaria de la Comunidad Autónoma, tiene como finalidad el reconocimiento a una labor continuada o de especial notoriedad e importancia a lo largo del año anterior a la convocatoria, tanto en el área de la cultura como en el de la ciencia, la tecnología o los valores humanos, que suponga un destacado beneficio para la Comunidad y constituya un modelo y testimonio ejemplar para la sociedad aragonesa.
