Zaragoza.- La localidad cincovillesa de Orés recupera este fin de semana una de sus tradiciones, el mongongo popular

ORÉS (ZARAGOZA), 7 (EUROPA PRESS)

La localidad zaragozana de Orés revive este fin de semana una de sus tradiciones, el mondongo popular. Esta actividad está organizada dentro de la Ruta de Oficios y Tradiciones, itinerario que recorre la provincia zaragozana desde principios de este año recuperando la historia y las costumbres de sus municipios.

Los vecinos de Orés realizarán mañana viernes a las 10,00 horas una visita guiada al municipio a través del tiempo, que se repetirá a las 13,00 horas. Media hora después se abrirá la exposición sobre 'El cerdo y el invierno' que permanecerá abierta durante todo el fin de semana.

A las 14,00 horas, se realizará una comida popular a base de migas y fritada que dará paso, a las 16,00 horas, a la charla-debate con Eugenio Monesma tras visionar el documental 'Los trabajos de la mujer en el medio rural'.

A las 18,30 horas comenzarán a elaborarse las bolas y morcillas. Los vecinos podrán probarlas durante la cena, que se iniciará a las 21,30 horas. La jornada de mañana estará amenizada por el grupo Zaracatralla Folk, que tocará música tradicional.

El sábado, 9 de diciembre, continuarán los actos en torno al mondongo, esta vez con la elaboración de embutidos. A las 10,00 horas, se realizará una excursión a El Fragal, y una hora después comenzará el mondongo para niños, y la actividad infantil 'Mondongo Show'.

A mediodía, en torno a las 13,00 horas, los vecinos de Orés podrán disfrutar con las tapas elaboradas a base de jamón y embutidos. Posteriormente, a las 16,00 horas, se procederá a elaborar balones con vejiga de cerdo que servirán para jugar un partido de voley-playa, a las 16,30 horas.

Por último, a las 18,00 horas se desarrollará un taller de cocina sobre la elaboración de tortas de chicharro y recetas con cerdo como base. A las 21,30 horas los actos del mondongo terminarán con una cena popular.

MONDONGO POPULAR

Esta es una actividad cuyo origen se remonta muy atrás, cuando los alimentos escaseaban y había que preparar comida para pasar el duro invierno. Se suele celebrar en los meses de invierno, ya que el frío hace que se curen bien los productos obtenidos de la matanza del cerdo y además no hay peligro de que las moscas molesten.

Antiguamente la matanza del cerdo era motivo de fiesta y reunión de familias y amigos, acontecimiento en el que disfrutaban mayores y niños ya que duraba 2 o 3 días.

A primera hora de la mañana llega el matarife o matachín, que sacrifica el cerdo mientras cuatro personas lo sujetan por las patas; la mondonguera con delantal de color blanco inmaculado recoge la sangre en un barreño de barro mientras no deja de darle vueltas para que la sangre no se cuaje. Una vez muerto se echa sobre el bación (recipiente grande) donde se escalda con agua bien caliente para quitarle el pelo procediendo después a colgarlo.

Mientras el cerdo se "jorea", las mujeres preparan las morcillas y bolas, y los hombres preparan la fritada para poder almorzar con los vecinos y amigos que les han echado una mano y toda la cocina se invade de olor a especias.

Del cerdo se aprovecha todo, incluso las tripas que son minuciosamente lavadas, antiguamente se lavaban en el río, para luego hacer las longanizas, y chorizos, entre otros productos. A la tarde se despieza el cerdo por el matachín y después se merienda chocolate y leche con canela.

En el segundo día los hombres de la casa preparan las migas para comer y las mujeres hacen los embutidos que se cuelgan en la falsa junto a los jamones previamente salados; también se meten los lomos en aceite para conservarlos.