GIJÓN, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Acuario de Gijón acaba de incorporar al habitat del río asturiano un centenar de ejemplares de angulas y una decena de lampreas, que se suman a los dos ejemplares de nutria (Lutra lutra), junto a los esturiones, según informó el centro en una nota de prensa.
Los diez ejemplares de lamprea (Petromyzon marinus) también conocidos como los vampiros del mar, pertenece, a una especie que se caracteriza por vivir en el medio marino parasitando diferentes clases de peces y absorbiéndoles la sangre y fluidos corporales con los que se alimenta durante 2-3 años hasta madurar sexualmente. Una vez llegado a éste punto remontan los ríos asturianos para reproducirse y morir.
En su tanque del Acuario de Gijón se puede observar su disco bucal provisto de numerosos dientes y una lengua provista de ganchos y que actúa como émbolo para aspirar el alimento de sus presas. Son ejemplares de uno y dos kilos que harán a más de uno irse con la boca abierta.
Junto a ésta lampreas el Acuario de Gijón también exhibe un grupo de aproximadamente 100 angulas, que se han instalado junto con ejemplares adultos de anguila (Anguilla anguilla) en un entorno modificado por el personal de biología para que el visitante se acerque a lo que sería la realidad en un río cualquiera del Principado de Asturias.
La anguila vive en el río y sale al mar a reproducirse y más concretamente al Mar de los Sargazos donde realiza la puesta. Las larvas "leptocéfalas" empiezan entonces una larga migración favorecida por las corrientes marinas hasta llegar de nuevos a nuestros ríos donde ya transformada en angula inicia el retorno al medio dulceacuícola.
En el acuario hay otras especies alóctonas o introducidas como el cangrejo de río americano (Procambarus clarkii), carpas (Cyprinus Carpio), tencas (Tinca tinca), gobios (Gobio sp.) que se suman a la ya conocida colección de especies fluviales como piscardos, truchas, salmones percasoles, black-bass, peces gato, salamandras, ranas, sapos y mucho más que podrán observar en las instalaciones gijonesas.
