GIJÓN, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Una Corte de Arbitraje Internacional será la que decida sobre la situación del buque 'Civra', inmovilizado en El Musel desde el pasado 9 de diciembre, a la espera de que alguien se haga cargo de los costes. Un portavoz de la consignataria del barco señaló a Europa Press que, para dirimir este problema, el fletador de la carga y el receptor de la misma se reunirán el próximo día 4 para intentar llegar a un acuerdo, una vez que el armador se desentendió del buque.
La consignataria, que es la que representa al armador del buque en el puerto, indicó que el buque "ya está reparado" y que todo está dispuesto para zarpar, pero falta solucionar el problema del dinero. Si no se llega a un acuerdo y la consignataria de viera obligada a pagar por la estancia en el puerto del buque y otros gastos derivados, tendrán que embargar el barco. Asimismo, el portavoz señaló que es una situación "anómala" y un caso "excepcional", que nunca les había pasado.
El caso del 'Civra', que transporta trigo con destino a Siria, se hizo notorio por la situación de desamparo de sus tripulantes, que recibieron ayuda humanitaria de Cruz Roja y otros organismos para poder sobrevivir en un barco con claras deficiencias sanitarias e higiénicas. Algunos de los marineros pudieron regresar a Turquía gracias al dinero que les mandaron sus familias, pero otros debieron de esperar a la mediación de la ITF (Federación Internacional de Trabajadores del Transporte) para que les pagaran las nóminas atrasadas y fueran repatriados.
A esta tripulación la sustituyó otra, que podría encontrarse pronto en las mismas circunstancias de no hallarse una solución al conflicto y no aclararse quién debe responsabilizarse de sus nóminas y gastos.
En este sentido, la inspectora de la ITF Luz Bastos que llevó la negociación para solucionar el problema de la primera tripulación, indicó a Europa Press que no tenía noticia por el momento de impagos a los marineros que llegaron a El Musel para dar el relevo. No obstante, dijo que no es infrecuente que la historia se repita, como pasó en el caso del 'Orient Star', atracado en el puerto de Avilés en 2007. Pese a todo, expresó su deseo de no tener que volver a intervenir y que el problema quede subsanado.
