GIJÓN, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El I Recuento de Personas Sin Hogar de Gijón ha concluido que en la ciudad hay 439 personas en esa situación, de las que 142 viven en la calle (68 %); 78 a la intemperie y 64 en infraviviendas o naves, los considerados 'chupanos'.
Las conclusiones del recuento se han dado a conocer este jueves en el Centro de Cultura Antiguo Instituto a cargo de las entidades encargadas del mismo, como son Mar de Niebla e Identidad para Ellos y Ellas, que se encarga, en este último caso, de jóvenes tutelados, en un acto al que ha acudido la alcaldesa gijonesa, Ana González (PSOE).
También han participado en el mismo la Asociación Gijonesa de la Caridad, la Asociación Albéniz, el Colectivo Nacai; Fundación Albergue Covadonga; Fundación Municipal de Servicios Sociales y Serenos de Gijón.
Una de las trabajadores sociales de Identidad para Ellos y Ellas participante en este estudio, Alba de la Iglesia, ha explicado que los datos obedecen a una "foto fija" de la realidad el pasado día 25, pero pueden variar de un día para otro, ya que se trata de una situación "compleja".
Además, ha apuntado que existen tres niveles: uno de las personas sin hogar que acuden a los recursos existentes en la ciudad, como pueda ser el Albergue Covadonga; un segundo de las personas que son derivadas a algún programa de reinserción, en pisos compartidos, después de pasar por el primer nivel y bajo requisitos "más exigentes" y un tercero donde las personas ya acceden a viviendas de alquiler o pisos de emergencia de algún organismo como Vipasa (Principado) o Emvisa (Ayuntamiento).
Al margen de estos tres niveles, estaría, un paso más allá, el 'Housing First', en el que las personas sin hogar dejan de serlo al pasar a tener una vivienda y tener plena autonomía. Un programa que, según De la Iglesia, está teniendo éxito en Europa y del que se han beneficiado en Gijón ya 14 personas, que se mantienen en la vivienda desde que accedieron a ella.
MÁS HOMBRES QUE MUJERES
En cuanto a los recursos de alojamiento, registran 297 personas, de los que 188 son hombres, 79 mujeres y 30 menores de edad. De estos, 97 pertenecerían a los recursos de primer nivel, 166 a los de segundo nivel y 34 a los de tercer nivel. Asimismo, solo uno de cada diez personas sin hogar accede a un recurso de tercer nivel.
Una vez conocidos los datos, las recomendaciones para erradicar el sinhogarismo van en varias direcciones, como el dar apoyo a jóvenes que cumplen la mayoría de edad y salen de centros de menores; apostar por la intervención temprana para prevenir un empeoramiento de la situación; destinar recursos de manera específica a familias con menores; o favorecer estrategias de intervención prioritaria con mujeres en situación de calle, así como con trastorno mental.
También se aconseja aumentar el número de servicios de duchas públicas y gratuitas de libre acceso; aumentar el número de recursos de alojamiento y alimentación; taquillas públicas para personas en situación de calle; campañas de vacunación de forma anual en los recursos: crear centros abiertos durante 24 horas sin restricción de horarios o salas de ocio; o flexibilizar las estancias de los recursos existentes.
Otras de las propuestas son ofrecer un sistema plural de alojamiento dirigido a que la persona pueda normalizar su vida y reincorporarse a la sociedad tras haber pasado por una intervención o enfermedades de larga duración y apostar por la promoción de centros especiales de empleo y empresas de inserción que promuevan oportunidades de empleo para las personas con problemas de salud mental y que viven procesos de reincorporación, facilitando el reconocimiento como persona empleable en ese tipo de empresas y entidades.
