OVIEDO, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -
La onda epidémica de la gripe continúa en Asturias en fase ascendente por cuarta semana consecutiva y lo hace ya de forma significativa y en todos los grupos de edad, pero con especial relevancia entre los menores de 15 años. Esto, unido al aumento de los aislamientos de virus gripales A, indica que prosigue la fase de subida de la epidemia estacional.
La incidencia alcanza en el Principado los 440,1 casos por 100.000 habitantes y la tasa estandarizada por edades es de 311,3, lo que equivale a unas 3.212 personas con esta patología en la semana anterior. La situación se considera de intensidad media y difusión epidémica, según informa el Gobierno autonómico en nota de prensa.
En la última semana analizada se aprecia un repunte de los ingresos con gripe confirmada, aunque siguen suponiendo únicamente el 1% de la tasa de incidencia y la estimación para el conjunto de Asturias es de 173 hospitalizaciones.
Por su parte, los casos graves aumentan ligeramente y suponen el 38% de los ingresos, mientras que el número de personas fallecidas hasta ahora en hospital con gripe confirmada se mantiene en dos. Tanto los ingresos como los casos graves se concentran en pacientes que superan los 50 años y se deben, sobre todo, a virus gripales A. En su mayoría presentan algún factor de riesgo y el 48% de los ingresos y el 64% de los afectados graves no estaban vacunados.
Los datos nacionales constatan también la fase de ascenso de la onda estacional, pero con cierta tendencia a la estabilización. La tasa global de incidencia de gripe en el conjunto del país aumenta a 241,3 casos por 100.000 habitantes.
La Consejería de Sanidad, basándose en las series históricas, prevé que el número de afectados siga aumentando significativamente en las próximas semanas, hasta alcanzar su pico máximo a mediados de febrero, a partir del cual comenzará a descender.
Asimismo, reitera la recomendación de mantener buenos hábitos para disminuir la transmisión del virus, como utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz al toser y estornudar; lavarse a menudo las manos con agua y jabón; mantener una buena ventilación de los espacios cerrados; o limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos, como los pomos de las puertas o los interruptores.
