La oposición insta al equipo de Gobierno a consensuar la política fiscal para 2010, aunque respalda que bajen al menos como el IPC
GIJÓN, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -
El concejal del PP Pablo González criticó hoy que el Equipo de Gobierno se escude en un modelo de ciudad que, a su juicio, no revierte en el ciudadano, para subir los impuestos. González, en rueda en el Ayuntamiento, opinó que los impuestos locales deben ser para financiar servicios directos al ciudadanos y no "elucubraciones" o teorías que hasta la fecha no están probadas, con alusión a que Gijón se convierta en experimento para coches eléctricos, el conocido proyecto 'Living Car'.
Para el edil, es "un poco pobre" hablar de ese modelo para justificar una subida de impuestos. Unido a ello, se quejó de que al Ayuntamiento le parezca mal que las personas de la zona rural vendan sus terrenos y les acuse de participar en la burbuja inmobiliaria, según González.
Éste apuntó a que el modelo de ciudad que propugna el Gobierno local es el que te dice "cómo tenemos que pensar" cuando el PP defiende que exista "más libertad individual".
En cuanto a los impuestos, recalcó el que no se sepa nada de lo que planea el concejal de Hacienda, Santiago Martínez Argüelles, respecto a los impuestos para el próximo año. González señaló que no va a dar tiempo a debatirlos como es habitual.
Pese a ello, animó a "consensuar" con todos los partidos la política fiscal para 2010, partiendo de base que el PP propone bajar los impuestos al menos como el IPC interanual de julio.
Según el edil, el Ayuntamiento pagó menos este año por las cosas que adquirió pero subió los impuestos locales el 0,5. Esta diferencia dio como resultado un beneficio, a su juicio, de 4.570.000 euros, que sanearon las cuentas cree que lo suficiente para no tener que subir impuestos, ya que este año también el IPC es mas bajo.
González se quejó de que el Equipo de Gobierno haya roto los vínculos políticos con el PP y le echó en cara que les interesa gobernar de espaldas a la oposición
Por otro lado, señaló que la subida del IVA afectará a los 270.000 gijoneses como consumidores, pero doblemente a los 180.000 comerciantes y autónomos, que tendrán que adquirir sus productos más caro y perderán ventas por el aumento del impuesto.
