OVIEDO, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un procesado por abusar sexualmente de su sobrina durante varios años, desde que la niña era muy pequeña y hasta que cumplió los 13, reconoció este miércoles los hechos y aceptó, entre otras penas y medidas, 5 años de prisión, tras consignar 10.000 euros en concepto de responsabilidad civil y de acuerdo con la Fiscalía de Área de Gijón y la acusación particular.
El juicio oral estaba señalado este miércoles, a puerta cerrada, en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón.
El condenado, nacido en 1982, aprovechando que su sobrina, nacida 2002, pasaba algunos fines de semana en su domicilio de Gijón, desde que la niña era muy pequeña y sin que se pueda precisar la fecha exacta, le realizaba tocamientos sin utilizar violencia ni intimidación, aprovechando que ella se quedaba adormecida. El
procesado llegó a introducirle la mano por dentro del pantalón del pijama y de la ropa interior y, en ocasiones, a introducirle los dedos en la vagina.
Estos hechos ocurrían cada vez que la niña pasaba el fin de semana con sus tíos. La última vez fue cuando la menor tenía 13 años, en agosto de 2015, momento en el que decidió no volver a la casa pero sin contar a nadie el motivo real. La niña no se atrevió a decir nada hasta marzo de 2020, cuando decidió interponer la
denuncia.
Los hechos fueron considerados constitutivos de delito continuado de abuso sexual. Concurre la atenuante de reparación del daño como muy cualificada.
Tras reconocer los hechos, el procesado aceptó una condena de 5 años de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena. Además, la medida de libertad vigilada y la prohibición de acercamiento a menos de 200 metros a la menor, su domicilio, centro de estudios o trabajo o cualquier otro en el que se encuentre, así como prohibición de comunicar con ella por cualquier medio durante 10 años; la prohibición de desempeñar actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión de cometer hechos de naturaleza similar durante 10 años; y la obligación de participar en programas de educación sexual durante 1 año.
