Tuñón y Mansilla creen que el Museo de Cantabria "está un poco parado y es una "oportunidad" para "mejorar" el proyecto

Actualizado: jueves, 16 julio 2009 16:36

Dicen que "lo más importante" es la "vocación completa" del Gobierno cántabro y el Ayuntamiento para que salga adelante el proyecto

SANTANDER, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los arquitectos Emilio Tuñón y Luis M. Mansilla consideran que el proyecto del Museo de Cantabria "está un poco parado" ya que desde el punto de vista administrativo no se está siguiendo "el proceso que se debería seguir". Sin embargo, opinan que esta situación constituye una "oportunidad" para "mejorar" el proyecto que en su día diseñaron.

Además, defienden que "lo más importante" de todo es la "vocación completa" tanto del Gobierno de Cantabria como del Ayuntamiento de Santander para llevar adelante el proyecto.

Así lo manifestaron hoy en Santander, donde participan en la X Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, concretamente en un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) denominado 'La mirada y la acción'.

En rueda de prensa, y a preguntas de los periodistas, concretaron que ese retraso administrativo obedece, entre otras cosas, a que no se ha encargado "en firme" la modificación del contrato o no se ha hecho el enunciado del programa tras los cambios introducidos en el futuro Museo de Cantabria, aspectos que, según dijeron, hacen que el proyecto "esté un poco parado".

Con todo ello, Tuñón y Mansilla señalaron que ningún proyecto diseñado por ellos ha tardado menos de ocho años en construirse. Ese proceso permite, según recalcaron, mejorarlo, en el sentido de que se pueden hacer ajustes sobre el programa, la dimensión, el solar y, además, "reflexionar" sobre el sistema de construcción.

Los arquitectos defendieron que el proyecto del Museo de Cantabria se ha publicitado mucho, tanto en revistas como en exposiciones. Además, recordaron que en el transcurso de una muestra en el Museo del Arte Contemporáneo de Nueva York (MOMA), la maqueta del centro cántabro fue la única adquirida por el museo norteamericano.

Tuñón y Mansilla opinaron además que reducir el tamaño de un proyecto es "bueno", para "optimizar" así el espacio. "Debe tener la dimensión que necesite, pero tirando a bajo", más si se tiene en cuenta la situación de crisis actual. En este sentido, precisaron también que cuando se modifica la ubicación, tamaño y programa de un proyecto --como ha sucedido con el Museo de Cantabria-- al final, el proyecto "tendrá que ser nuevo".

"Cuando esto se desbloquee, habrá que hacer ese proyecto, que es un proyecto nuevo aunque las ideas y las estrategias sean comunes con la idea que planteamos con el concurso en su momento", indicaron. "No tenemos tanta prisa", resaltaron, para concluir que los procesos arquitectónicos son "tan largos" que, al final, "no te agobian tanto".