CUENCA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
En pleno corazón de la serranía conquense, se levanta la muralla musulmana del siglo X de Cañete (Cuenca), que custodia a sus vecinos y a todo aquel que elige visitar esta villa medieval, también protegida por los caminos y la vegetación de El Postigo, un enclave natural que descansa a los pies del municipio y del que emana su cascada.
"Es difícil" condensar los atractivos de esta localidad, tal y como considera su alcaldesa, Montse Poyatos, para quien tiene un "encanto especial" y que ya acoge a visitantes en todas las épocas del año. Así, pone especial énfasis en el próximo verano, tras el anterior que ha anotado cifras "de las mejores" en los últimos años.
"Cañete es una sorpresa para muchos. Tenemos naturaleza, tranquilidad, aire puro (...). Hay una gran riqueza patrimonial que la tenemos un poco escondida, pero sorprende mucho como en un pueblo tan 'chiquitillo' cuenta con una riqueza patrimonial gigante, es increíble lo que en un solo pueblo podemos albergar", ha ensalzado la regidora de la localidad en declaraciones a Europa Press.
Con un castillo "de los mas antiguos de España" y que perteneció al Califato de Córdoba, Cañete cuenta con una muralla medieval que rodea la villa, "característica" por su extensión, al ser "de las más largas" del país, destaca su alcaldesa.
Además, según Poyatos, hay que poner el acento en las tres puertas más significativas, "muy bien conservadas", del siglo X, y que representaban los principales accesos en la época musulmana: la Puerta de Las Eras, la de la Virgen y la de San Bartolomé.
Tras recorrer sus calles estrechas o adentrarse en su castillo hay que hacer un alto en el camino en la plaza fortificada de Cañete, donde se ubica el Ayuntamiento, junto con unas de las iglesias de la localidad, la de San Julián, a la que se suma la de Santiago, cuya última reforma fue sufragada y realizada por los propios vecinos.
LA ALVARADA
La Alvarada, fiestas de Interés Turístico Regional, en honor a Álvaro de Luna, "grande de Castilla" y que "se cree a ciencia cierta" que fue originario de Cañete, es el encuentro que vive el municipio en el primer fin de semana de agosto, que se convierte en un escenario medieval con mercadillos, combates, trovadores o cenas y comidas típicas medievales.
También destacan las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Zarza en el mes de septiembre y las que conmemoran San Antón, en enero, con las tradicionales matanzas.
"LOS MEJORES VERANOS EN CAÑETE"
La localidad recoge turismo durante todo el año, aunque la alcaldesa ha reconocido que antes de la pandemia la afluencia de público se concentraba en otoño, por la recolección de setas y por los colores que ofrecía esta época y que se reflejaban en la naturaleza.
Tras el auge del turismo de interior, Cañete alberga a visitantes de la región, y de comunidades vecinas como Valencia o Aragón. "Ha tenido que venir una pandemia para mostrarnos los beneficios el turismo de interior. Naturaleza, tranquilidad, gastronomía. Creo y espero que esta tónica se instale durante todo el año".
A su modo de ver, la zona de la serranía conquense lleva muchos años luchando para "tener un poco de presencia en el turismo nacional e internacional". "Sitios como Cañete tiene un gran papel de unos años para delante", ha resaltado.
En cuanto a la inflación en este contexto turístico, la alcaldesa de Cañete ha ofrecido "un gran abanico" para elegir en cuanto a actividades a hacer en el municipio, desde los precios más "comedidos" hasta los más altos. "Caminar es gratis, salir con la bici es gratis, darte un paseo (...) y la gastronomía es espectacular", ha enumerado.
Concretamente, hace gala de platos como el ajoarriero, el morteruelo, el gazpacho pastor o los rolletes como seña de identidad de un tipo de cocina que se recupera y que hace un homenaje a la que hacían "nuestros abuelos", con el foco principal en las materias primas de la zona.
