TOLEDO, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Empresarial de Castilla-La Mancha, Ángel Nicolás, ha planteado que, en el caso de que en Castilla-La Mancha se logre el consenso necesario para reformar el Estatuto de Autonomía, se pueda recoger en la Carta Magna castellanomanchega un blindaje de la participación institucional, así como que se refleje "la importancia" que tienen los agentes sociales "a la hora de cohesionar territorio, fomentar la paz social y contribuir al desarrollo económico" de la Comunidad Autónoma.
Así lo ha puesto de manifiesto en una entrevista con Europa Press, donde Nicolás ha urgido a la puesta en marcha de la Ley de Participación Institucional, un proyecto que ya se planteó en la pasada legislatura pero que al final "derivó en la ley de Participación Ciudadana, que apenas dedica un capítulo minúsculo" a este extremo.
De esta forma, ha dicho, se conseguiría aplicar un marco regulatorio a la negociación colectiva, lo que "evitaría conflictos laborales que tienen un coste tremendo" tanto para sindicatos como para patronal. "Solo pedimos un marco de estabilidad", ha esgrimido.
LAS EMPRESAS DE C-LM "CUMPLEN" CON LA PREVENCIÓN DE RIESGOS
Ante el notable aumento de accidentes laborales en las últimas fechas, Ángel Nicolás ha querido dejar claro que las empresas de Castilla-La Mancha son, en líneas generales, "cumplidoras" con los protocolos en materia de seguridad laboral.
"Decir lo contrario es alarmar. Claro que habrá alguna empresa que no se preocupe, pero en general son cumplidoras con la norma, porque los que se juegan la vida son sus empleados", ha zanjado Nicolás.
Además, ha afirmado, muchos de los accidentes no tienen que ver directamente por problemas de falta de prevención en centros de trabajo, ya que muchos se producen en desplazamientos o en comisiones de servicio, siniestros que "están fuera del alcance de la actividad preventiva".
Nicolás ha dicho también que muchas bajas laborales tienen que ver por "trastornos o crisis" derivados de "un mal clima laboral".
En este sentido, ha sugerido que, quizá, "sea responsabilidad de mandos intermedios" que hacen "la vida imposible" a sus subordinados.
