TOLEDO, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El sindicato UGT en Castilla-La Mancha considera, a la vista del IPC del mes de abril, que la inflación es un problema estructural, por lo que alertó hoy de las pérdidas que estos índices supondrán para los trabajadores.
Según indica en nota de prensa, a pesar de la reducción de la tasa interanual del IPC en este mes "hay que ser cauteloso y aceptar que la inflación es un problema estructural que además de lastrar la competitividad, perjudica a los ciudadanos que se encuentran en situación más desfavorable, mermando su poder adquisitivo, por lo que hay que tomar todas las medidas posibles de control y vigilancia del sistema de formación de precios que permita disminuir la inflación".
Así, apuesta por una "política antiinflacionista creíble que se traduzca en ganancias reales para los trabajadores de Castilla-La Mancha, que les permita mantener un nivel de consumo aceptable, incrementar el ahorro y disminuir el endeudamiento de las familias".
Por ello, UGT Castilla-La Mancha reclama un salario mínimo de convenio de 1.000 euros. Además, opina que hay que lograr una homogeneización salarial en la región, para que un trabajador perciba el mismo salario en cualquiera de las provincias castellano-manchegas cuando realizan el mismo trabajo.
Además, aboga por seguir reclamando el mantenimiento en la Negociación Colectiva de las Cláusulas de Revisión Salarial de eficacia plena, para que los incrementos de IPC no perjudiquen a los trabajadores y trabajadoras de esta región.
