Los nuevos registradores de la propiedad se acercan hasta Brihuega para conocer el servicio que se presta en los pueblos

Publicado: miércoles, 21 junio 2023 19:16


GUADALAJARA, 21 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los registradores de la Propiedad, Mercantiles y Bienes Muebles de España han elegido el municipio alcarreño de Brihuega (Guadalajara) para mostrar a los nuevos aspirantes que acaban de superar las oposiciones la similitud que hay entre el servicio que presta en las ciudades o en las localidades del medio rural, muchas de ellas amenazados por la despoblación, aunque para el decano del Colegio en Castilla-La Macha, Alfredo Delgado, "es más agradecido" en los pueblos.

Los registradores se vuelcan con la España rural y, por ello, este miércoles han querido visitar el Registro de la Propiedad de un municipio de apenas 2.000 habitantes, como es la localidad de Brihuega, con el fin de que los nuevos aspirantes que acaban de aprobar, como es el caso del valenciano Pau Cuquerella, número 1 en esta última promoción, o la albaceteña Beatriz Belmar, conozcan la "especialidad" en el funcionamiento de estos registros.

Un servicio público muchas veces desconocido pero una gran importancia y que se ofrece con la misma calidad en zonas urbanas que en zonas rurales, ha señalado a Europa Press el decano de los Registradores de Castilla-La Mancha, Alfredo Delgado, quien, después de treinta años de registrador en esta región, puede afirmar que "los pueblos castellanomanchegos son muy agradecidos para ejercer la función de registrador porque hay un trato muy cercano".

Con esta visita, los registradores no solo han querido hacer valer la importancia del servicio en el medio rural sino confirmar que se realiza con la misma calidad, con la ventaja añadida de que al haber menos población y quizá servicios jurídicos en la España rural, la atención es "mucho más personalizada", ha abundado Delegado.

"El Registro es voluntario para aquel que quiere proteger su derecho, si alguien no quiere, no tiene obligación de inscribir", ha remarcado el decano, para quien el boom realmente de este servicio se registra a partir de los años ochenta.

Y es que, si bien antes no había costumbre de registrar porque casi todo el mundo sabía en los pueblos de quién era cada finca, esto ya no es así. La mecanización y el abandono del campo para irse a la ciudad ha conllevado que acudir al Registro sea la única forma de conocer cuál es la finca que a uno le dejó su abuelo o su madre.

Y la realidad es que, a partir del año 2000, prácticamente todo el mundo las inscribe "porque le damos una garantía que no tiene de otra manera", reconoce también Delgado, para quien los castellanomachegos son "los primeros", ya que es una forma de proteger su patrimonio.

En el caso de Castilla-La Mancha hay 60 registros. De ellos, 14 está ubicados en zonas de extrema despoblación y en Guadalajara hay una decena.

Desde el año 1863 los registros se hacían a mano, en libros como los que este miércoles se pudieron ver en el Registro de la Propiedad de Brihuega, pero a partir del 2001 al 2005 se han digitalizado todos los tomos de los 1.100 registros de España.

COLABORACIÓN CON LA FISCALÍA

Esta jornada formativa ha contado también con la presencia del director de Relaciones Institucionales del Colegio de Registradores de España, Sebastián Del Rey, y el registrador de Brihuega, Manuel Osborne, encargado de explicar a los aspirantes la gestión del Registro.

A preguntas sobre el papel que realizan en los casos de la ocupación de viviendas, el director de Relaciones Institucionales del Colegio de Registradores de España ha indicado a Europa Press que ellos siempre han colaborado con la Fiscalía para que este tipo de situaciones sean lo más breves posibles. Así, la certificación del Registro es una forma de prueba "muy rápida" en el procedimiento para saber quien es el titular de determinada finca.

Según Del Rey, obtener esta certificación es una forma de constatar de quien es la vivienda pero también sirve para aquellos casos de impago por parte de un arrendatario, resaltando igualmente cómo el servicio registral "es idéntico" en el medio rural y en las ciudades.

Por su parte, Pau Cuquerella no sabe aún dónde trabajará en un futuro próximo, pero tras esta visita al Registro de Brihuega, ha reconocido no haber observado ningún contraste significativo con respecto al servicio que se pueda ofrecer en la ciudad sino constatar que la digitalización también ha llegado a estos pueblos.

Pau Cuquerella ha obtenido en las oposiciones la máxima nota y lo ha hecho estudiando una media de diez horas al día, seis días a la semana. Este valenciano tiene 27 años y se siente tremendamente satisfecho del resultado. No tiene aún claro dónde trabajara pero asegura que no le importaría en absoluto que fuese en un Registro rural porque "el contacto con el ciudadano es necesario, es la piedra angular".

"El Registro es seguirdad preventiva y la justicia antes de la justicia. Todo ciudadano merece justicia, esté en el pueblo o en la ciudad", ha remarcado.

Si bien él es el número 1, la castellanomanchega Beatriz Belmar, natural de Albacete, ha sacado la oposición en dos años, convirtiéndose también en la registradora más joven de España en esta última promoción.

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