CIUDAD REAL, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
La portavoz de Agricultura del Grupo Parlamentario Popular, María Luisa Soriano, asegura que el Gobierno de Castilla-La Mancha "se ha quedado solo" en la defensa de la OCM del vino.
En una nota de prensa, la parlamentaria explica la posición del PP sobre la aplicación de la reforma en la región, que ya expuso hace unos días en el Pleno de las Cortes, en una comparecencia en la que solicitó medidas de apoyo al sector "ante la complicada situación que atraviesa".
A su juicio, la reforma europea es "nefasta" para los intereses castellano-manchegos, por lo que "todo el sector ha mostrado su rechazo tras su entrada en vigor".
Tras recordar que esta OCM ha provocado la paralización del mercado del vino y la creación de incertidumbre entre los agricultores, Soriano aseguró que el PP "se ha visto obligado a traer nuevas propuestas para sacar al sector de la crisis en la que se encuentra inmerso".
Además, en su opinión, el Gobierno regional "se muestra insensible a las demandas de los agricultores" que han tenido que irse a Luxemburgo "para exigir allí lo que aquí no consiguen", lamentó Soriano que insistió en que la Junta continúa "dando la espalda" al sector.
Por otro lado, la parlamentaria mostró su preocupación ante la situación de muchas bodegas y cooperativas de la región "en las que todavía queda sin vender el 30 por ciento del vino de la pasada campaña cuando estamos a las puertas de la próxima vendimia".
En relación al arranque, Soriano analizó los jornales que se van a perder en la región, así como las consecuencias a las que van a tener que hacer frente las cooperativas ante la demanda del capital social de los socias que han abandonado la actividad.
Igualmente, denunció el que la Junta haya paralizado "en seco" la reconversión puesto que este año no ha salido el programa, así como los plazos y presupuestos que el Gobierno regional habilitó para poder formar parte de programa de promoción que la Junta hizo públicos.
Por último, pidió medidas como una destilación de crisis de dos millones de hectólitros con un precio mínimo de 1,9 euros hectógrado, líneas de créditos blandos, renegociación de créditos, coberturas de riesgo, y medidas de apoyo para la venta de vino en países terceros, entre otras.
