TOLEDO, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 700 personas han llenado de "luz, color y diversión" la I Crazy Run en Alameda de la Sagra cuyo objetivo no era alcanzar el primero a la meta, sino disfrutar del recorrido.
A lo largo de los 5 kilómetros del trazado, los participantes, vestidos con la camiseta de la carrera y pintados para la ocasión con pintura fluorescente, tenían que sortear a los animadores del evento, que les tiraban pintura que se iluminaba en la oscuridad, ha informado la organización del evento en nota de prensa.
En algunos tramos del recorrido, que atravesaba todo el pueblo, los vecinos también tomaron parte del evento tirando agua desde sus casas, lo que los corredores recibieron de buen grado.
"Ese es el espíritu de la Crazy Run", ha apuntado Paula García, directora de Producción de la empresa Reality Experience, organizadora del evento, que ha agradecido que el pueblo se haya implicado tanto en la carrera.
En la planicie del polideportivo de la Alameda de la Sagra, además, los participantes también pudieron disfrutar de un photocall único con luz negra, donde inmortalizaron instantáneas con la pintura que se iluminaba en la oscuridad.
