ZAMORA, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León Félix Rodríguez de la Fuente, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ha recibido recientemente a su visitante número 200.000 desde que abriera sus puertas en octubre de 2015.
Se trata de la familia de procedencia madrileña Marchena-Sanz que ha pasado el fin de semana pasado en la comarca sanabresa.
Los madrileños y gallegos, por procedencia junto a los castellanos y leoneses, componen el grueso de los visitantes al Centro del Lobo. Dentro de la región, Zamora, Valladolid y León, seguidas de Salamanca y Burgos, son las provincias que encabezan la afluencia.
El Centro del Lobo también ha recibido visitas de otros países, siendo los procedentes de Portugal, Reino Unido, Italia y Francia los que lo han hecho en mayor número, además de otros como de Chile, Bélgica y Alemania, tal y como han señalado fuentes de la administración a través de un comunicado.
Los más de 200.000 visitantes al Centro del Lobo Ibérico han contribuido notablemente a la desestacionalización del turismo en la comarca de Sanabria, propiciando la llegada de visitantes durante el periodo no estival, lo que ha supuesto una gran repercusión económica en el importante sector hostelero de la comarca.
El precio de la visita es de ocho euros por persona, una reducida de seis euros y los niños hasta 7 años, inclusive, gratuito. Para realizar la visita guiada al centro es necesario efectuar previamente la reserva a través de la web o vía telefónica.
El Centro del Lobo Ibérico se encuentra situado en la localidad zamorana de Robledo, en plena Sierra de la Culebra, una de las zonas más emblemáticas a nivel mundial en gestión y conservación de la especie y un territorio que también ostenta las figuras de protección de ZEC (Zona de Especial Conservación Natura 2000), Reserva Regional de Caza y Reserva de la Biosfera.
14 EJEMPLARES DE LOBO
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio gestiona este centro, que está compuesto por un centro de interpretación, recintos vallados con tres observatorios elevados, dos de ellos accesibles, e infraestructuras de manejo y control veterinario. En total, el centro acoge 14 ejemplares, nueve hembras y cinco machos. Están distribuidos en tres manadas a la vista del público, ya que su funcionamiento es la unidad social como grupo familiar, muy jerarquizado y territorial.
La dotación expositiva del centro de interpretación muestra de manera atractiva la importante huella del lobo en la cultura material e inmaterial de la Península Ibérica, el afán por avanzar en el conocimiento científico sobre la especie y el resultado actual de este: una relación entre lobos y personas racional y objetiva, plasmada en planes de conservación y gestión, que garantizan una convivencia armónica entre ambos.
