SALAMANCA, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Palacio de Monterrey en Salamanca es una de las citas obligadas para quienes visitan la ciudad, una cita que hasta hace tres años se limitaba a disfrutar de los exteriores de este emblemático edificio renacentista, pero, desde 2018, existe la posibilidad no solo de disfrutar de su icónica fachada sino también de lo que esconde su interior.
El 11 de mayo de 2018, en un acuerdo con la Fundación Casa de Alba, el Ayuntamiento de la ciudad posibilitó, previa adquisición de entrada, el acceso a sus salones más reconocidos, en un itinerario recientemente ampliado con la subida al torreón.
Ahora, una vez cumplido el tiempo de cesión de tres años y tras las obras sufragadas por el consistorio, la Fundación Casa de Alba ha recuperado la gestión de las visitas y es esta entidad quien se encarga de abrir las puertas al turismo.
Concretamente, la Fundación Casa de Alba mantiene la apertura los viernes, sábados y domingos, en horario de mañana y tarde, y, dentro de las novedades, los nuevos gestores han dado el visto bueno a las visitas nocturas para conocer el palacio "a la luz de los candiles".
Otra novedad, es la ampliación del espacio abierto a la visita. A los tradicionales salones de la zona noble se suma el acceso a la parte del servicio, hasta ahora inaccesible, donde se encuentran los dormitorios del personal, las zonas de cocina o la lavandería de época.
Así, el visitante puede recorrer la "intimidad" del palacio, tanto las partes más brillantes como las que sirvieron de hogar para los sirvientes, una forma de acercarse a la historia y a un monumental palacio que es pieza clave de la arquitectura del renacimiento plateresco y donde descansan tapices, muebles, porcelanas, cerámicas y pinturas que bien merecen una visita.
