Un taller segoviano ofrece una gama artesanal de jabones naturales de zanahoria, cacao, miel y karité

Actualizado: domingo, 7 mayo 2006 13:52

SANTIUSTE DE PEDRAZA (SEGOVIA), 7 May. (EUROPA PRESS) -

En un intento por ofrecer una gama de jabones artesanales y totalmente naturales, Amelia Pérez dedicó cinco años a experimentar y desarrollar fórmulas que le permitieran obtener un producto adecuado que ahora ofrecer desde un pequeño taller situado en la localidad segoviana de Santiuste de Pedraza, en el barrio de La Mata.

Ubicado en la antigua casa de la maestra del municipio, este edificio, cuyo estilo pretende asemejar una antigua farmacia, alberga la fabricación de una gama de jabones de Karité, Crema de Cacao, Cera de Abeja y Miel y Zanahoria, reconocibles bajo el nombre de 'Los jabones de mi mujer'.

El aceite de oliva, la esencia de canela o el nerolí, son algunos de los aditivos naturales de estos jabones elaborados manualmente con gran cuidado y presentados de forma exquisita, envueltos con papel de seda y rafia natural y acompañados de una flor de cantueso, recogida en primavera en la sierra segoviana. Posteriormente, los jabones se introducen en cajas de madera envueltos en una cama de pita, adornada con flor de lavanda.

"Todos son muy hidratantes, para pieles delicadas, sensibles", explicó en declaraciones a Europa Press Televisión Amelia Pérez, quien recomienda el de zanahoria para las descamaciones de la piel de los bebés y el de karité para las pieles secas, mientras que el de cera de abeja está indicado para la irritación y el de cacao para atenuar las estrías.

"La gente está volviendo mucho a lo antiguo, lo artesano, lo que está hecho a mano. Merece la pena hacerlo, porque, a parte de que nosotros nos sentimos muy bien con ello, cuando alguien te dice que le está yendo fenomenal también lo valoras mucho", subrayó.

El aceite utilizado para elaborarlos procede de una almazara de Córdoba y las esencias y los aditivos están suministrados por laboratorios ecológicos. La búsqueda de la materias primas fue larga, resaltó Pérez, ya que se ha tardado "un año" en lograr "cada una de las fórmulas".

El proceso de elaboración, comienza con la dilución de hidróxido de sodio en agua; una vez terminada la efervescencia, se mezcla el aceite y los aditivos, "bien la manteca de karité o de cacao, la cera de abeja y miel, y se sigue mezclando el producto hasta que se introduce la esencia y se vuelca a los moldes, donde el resultante se seca durante un día o día y medio".

Tras desmoldar la mezcla, que se extrae en forma de barra, se corta y se coloca en carros de secado durante tres o cuatro semanas, dependiendo de la temperatura existente.

JABÓN PARA TODA LA FAMILIA

Amelia comenzó a desarrollar este producto al no encontrar ningún jabón que satisficiera las necesidades de su piel atópica. "Comencé a elaborar el de karité, muy nutriente; empezó a irme muy bien, a mí y a mis hermanas, mis sobrinas, a toda la familia. Luego fui haciendo variaciones y mezclas", recordó.

Sus inicios, auspiciados por una vecina de la localidad, Anunciación, se remontan a otro tipo de jabón, para el suelo y la ropa, pero elaborar dicha base para la limpieza diaria le pareció "imposible. Así que empezó a estudiar "el tema de materiales y aceites ecológicos" y consiguió elaborar "cada una de las bases", fruto de un largo proceso de "trabajo y estudio". A esto le siguieron años de estudio "los fines de semana", el tiempo que le dejaba libre su trabajo en una empresa de alta perfumería de Madrid.

Una vez desarrollados los jabones, la puesta a punto de la sede de esta empresa, que ya ha recibido peticiones de toda España e interés de países como Argentina, Puerto Rico o Estados Unidos, tardó otros dos años.

A falta de un nombre, una curiosa coincidencia les dio la solución. "Mi marido, que es diseñador gráfico, tenía que hacer un regalo para sus clientes y pensamos que un jabón era un regalo bonito, que queda muy bien. Entonces mandamos hacer unas cajas, sin logotipo y las repartió. Entonces le llamaron y le preguntaron que de quién era el jabón. Él decía siempre 'son los jabones de mi mujer', y ahí se quedó", explicó Amelia Pérez.

En ese sentido, añadió que este producto "es bastante interesante para uso diario, pero también para regalos de boda y de empresa", pues existe la posibilidad de personalizar las cajas en la que se entregan envueltos.

Adquirir estos jabones es posible en la tienda de Santiuste de Pedraza o solicitándolos mediante un correo electrónico (info@losjabonesdemimujer.com) donde es posible solicitar un catálogo en formato digital pdf. La página www.losjabonesdemimujer.com, es otra manera de acceder a estos productos.