Asegura que el otro acusado le confesó que lo había matado: "Vete, que le metí tres puñaladas"
BARCELONA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Uno de los acusados por el crimen del rapero dominicano Leonardo Michael Flores Ozuna, alias Black Monkey, la noche del 30 de abril de 2014 ante un bar de Badalona (Barcelona) ha negado en juicio haber participado en el crimen y ha asegurado que el otro de los acusados le reconoció entonces que lo había matado: "Vicente, vete de aquí, que le metí tres o cuatro puñaladas".
En su declaración este viernes ante un tribunal popular en la Audiencia de Barcelona, Vicente B. ha relatado a preguntas de la Fiscalía que no vio cómo el acusado --que no está en el juicio al no estar a disposición de las autoridades españolas-- apuñaló al rapero y que quedó "flipando" y en "shock" cuando el otro se lo contó poco después.
Vicente B. ha reconocido que nunca acudió a comisaría a contar lo sucedido pese a que vio por televisión al día siguiente que la policía buscaba a dos personas por el crimen y que fue así cómo se enteró de que la víctima era un artista famoso: "Ese fue mi error", ha asegurado entre sollozos al tribunal.
El acusado también ha negado en juicio haber amenazado a testigos y ha dicho no saber nada de por qué las propietarias del bar --el 'Aparkao', situado en la esquina de la calle Once de Septiembre y Simancas--, de origen dominicano, no volvieron a abrir el bar desde entonces.
VERSIÓN DE FISCALÍA
Según la versión de la Fiscalía, que pide 20 años de cárcel para Vicente B. por un asesinato con alevosía, los dos acusados salieron del bar sobre las 21.00 horas y tras una discusión --habían tenido otra unas tres horas antes-- presuntamente lo sujetaron y el acusado que no está en el juicio le asestó varias puñaladas; la víctima logró zafarse y se desplomó a unos 15 metros del bar, donde murió.
Vicente B. ha reconocido que él también estaba fuera del bar cuando ocurrieron los hechos pero ha justificado que había salido a fumar y que no vio el crimen, si bien ha admitido que no llamó a la policía.
Ha explicado al tribunal que conocía al otro de los acusados pero sólo tenía una relación con él de "hola y adiós" y, a preguntas del fiscal, ha reconocido que le llamaba 'primo', pero ha dicho que lo hacía porque es costumbre entre gitanos.
