Los asesores españoles piden una reforma fiscal global contra el fraude y que reste complejidad

BARCELONA 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El 88% de los asesores fiscales españoles cree que el país necesita una reforma fiscal global, para enfocar el sistema más hacia la lucha contra el fraude en vez de los pequeños incumplimientos, para restarle complejidad, y en definitiva para hacerlo más eficiente.

Siete de cada diez asesores creen que Hacienda se centra actualmente en los pequeños incumplimientos, y el 87% considera que el sistema tributario es ahora más complejo que hace cinco años por la modificación constante de la normativa, la deficiente redacción legislativa y la interpretación de los tribunales, según una encuesta realizada por el Instituto de Economía de Barcelona (IEB) --vinculado a la Universitat de Barcelona (UB)-- con motivo del Foro Fiscal IEB que se celebra este martes y miércoles en La Pedrera.

Para reducir la complejidad, la mayoría de asesores cree que el IVA es el impuesto que requiere cambios más urgentes, el 87% opina que la estimación por módulos del IRPF facilita el fraude, y el 85% considera que el actual IRPF provoca la creación de sociedades para reducir el coste fiscal.

La encuesta ha sido contestada por 283 profesionales de toda España afiliados a la Asociación de Asesores Fiscales de España (Aedaf) y al Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), y la voluntad del IEB es hacer una próxima consulta entre personal de la Administración Tributaria.

Tras los dos días de debate previstos, los coordinadores del foro redactarán un informe con aportaciones para una posible reforma del sistema fiscal español: "No pedimos un cambio de sistema, sino una reforma después de 35 años", ha expuesto el profesor de la UB y miembro del IEB Alejandro Esteller.

El inspector de Hacienda y exdirector de la Agencia Tributaria de Catalunya, Josep Costa, ha destacado con motivo del foro que en España hay un empleado de Hacienda por cada 1.926 habitantes, frente a la media de la UE-27 de uno por cada 896 ciudadanos, y ha defendido que un aumento de personal se amortizaría de forma inmediata gracias al aumento de la recaudación y la reducción del fraude.