BARCELONA, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona empezó hoy a retirar las primeras 336 placas con símbolos franquistas de las fachadas de los bloques que el régimen promovió por toda la ciudad a un coste medio de 149 euros por unidad, operación que supondrá un total de 50.000 euros a las arcas municipales, explicó hoy el alcalde accidental, Carles Martí.
Se trata del primer lote, en el que se incluye algún relieve franquista de piedra adosado en fachadas, fruto de la campaña que se cerró en primavera para retirar las placas gratis siempre que las comunidades lo acordasen. El Consistorio contabilizó 4.438 placas en 2005, algunas de las cuales ya han desaparecido por iniciativa propia de los ciudadanos.
En la retirada simbólica de la primera placa, en la finca del número 145 de la calle Numància de Les Corts, Martí dijo que la campaña es "el último gran esfuerzo" para limpiar Barcelona de los vestigios del franquismo, que ya no tienen sentido con el sistema democrático. También falta la parte franquista de la escultura de la Victòria, entre Diagonal y paseo de Gràcia, cuya retirada está aprobada pero aún no tiene fecha.
La presidenta de la comunidad de Numància 145, Maria Teresa Aparicio, explicó que la mayoría de vecinos apoyaron quitar la placa, que guardará el almacén del Museu d'Història de la Ciutat. "Imaginen una calle de Berlín con una cruz gamada en la fachada. ¿Verdad que no se lo pueden imaginar? Hace muchos años que debería haberse quitado", afirmó.
La retirada, que incluye la limpieza de las marcas, se hará por distritos, entre los que destaca Horta-Guinardó, con 72 demandas. El resto oscilan entre 30 y 50 solicitudes cada uno excepto Les Corts, con ocho, y Ciutat Vella, con tres. El Ayuntamiento prevé acabar esta primera fase antes de noviembre, cuando decidirá abrir una segunda fase.
Las placas las instalaba el Ministerio de la Vivienda en aquellas casas de protección oficial que promovió durante el franquismo, en las que aparece simbología franquista con el yugo y las flechas. Los relieves tienen las iniciales OSH superpuestas en referencia a la Obra Sindical del Hogar.
La medida supone el cumplimiento, en Barcelona, de la Ley de la Memoria Histórica aprobada en el Congreso, y que establece que desaparezcan del espacio público los símbolos franquistas, tanto los que estén en edificios de titularidad pública como privada.
