El Cidob y Barcelona apuestan por una "aplicación ética" de la inteligencia artificial urbana

BARCELONA, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Programa Ciudades Globales del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob), en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, ha puesto en marcha el Observatorio Global de la Inteligencia Artificial Urbana (GOUAI por sus siglas en inglés) para profundizar en la investigación y difundir buenas prácticas en la "aplicación ética" de la inteligencia artificial en las ciudades.

Lo han presentado este miércoles en el centro Ca l'Alier de Barcelona y lo han impulsado las ciudades de Barcelona, Londres (Reino Unido) y Ámsterdam (Países Bajos) en el marco de la Coalición de Ciudades para los Derechos Digitales y con la participación de ONU-Habitat.

El director del Cidob, Pol Morillas, ha afirmado que, ante la importancia de la inteligencia artificial (IA), la iniciativa quiere "dotar esos marcos de funcionamiento" de componentes éticos, normativos, justos, y de políticas que contribuyan a que la transición hacia la inteligencia artificial (IA) esté guiada por unos propósitos y bien común compartidos, en sus palabras.

Durante la mesa redonda moderada por la investigadora del Cidob Marta Galceran posterior a la presentación, la coordinadora de la Coalición de Ciudades para los Derechos Digitales, Milou Jansen, ha celebrado herramientas como estas que "facilitan la cooperación transnacional", porque a pesar de que las ciudades tienen contextos distintos, afrontan desafíos similares.

PROYECTOS PROACTIVOS

El comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, Michael Donaldson, ha explicado uno de los proyectos desarrollados de forma proactiva desde la administración en Barcelona: la plataforma digital 'Les meves ajudes', en la que ciudadanos pueden presentar de forma anónima su perfil para ver qué ayudas pueden recibir, dado que el 30% de subsidios a nivel europeo "se pierden".

Sin embargo, Donaldson ha advertido: "Somos expertos en servicios públicos, pero no somos expertos en IA", sobre la falta de científicos de datos y expertos en el internet de las cosas en el sector público, y ha defendido las estrategias que intentan equiparar la información y el conocimiento con el sector privado.

Desde el Ayuntamiento de Ámsterdam, la directora del programa CTO Team, Lydian Prinsen, ha planteado utilizar la información de que se dispone para poder avanzar en la dirección de la "toma de decisiones generalizadas".

AUTOMATIZAR LA POLÍTICA

En otra mesa redonda sobre la relación entre la IA y la democracia --moderada por la investigadora del Cidob Carme Colomina--, el catedrático de IA y democracia Daniel Innerarity ha sugerido identificar dentro de todo el proceso político, qué partes pueden ser automatizadas y qué otras partes las máquinas "no hacen bien".

El experto ha descartado que la digitalización se vaya a hacer cargo de la democracia, bajo la idea que se pueda recabar la opinión de los ciudadanos a tiempo real: "No va a suceder ni para bien ni para mal" en tanto que humanos y máquinas razonan y cometen errores de manera muy distinta, a su juicio.

Para la directora del Think Tank del Digital Future Society en Mobile World Capital Barcelona, Carina Lopes, el mayor reto es "no simplificar de más la conversación", y ha instado a comprender cada algoritmo de las empresas entendiendo el contexto de su creación y el modelo económico que sostiene cada uno.

Además, ha alertado de que el efecto acumulativo de las brechas, que genera un efecto exponencial, está en más presente en las grandes áreas metropolitanas: "Las ciudades están mejor preparadas para lidiar con los retos que vienen de la digitalización. Tienen conocimiento, tienen recursos económicos, tienen instituciones de pensamiento, el problema es cuando llegas al área metropolitana".