BARCELONA, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un edificio de la calle Banys Vells del barrio del Born de Barcelona, ocupado ilegalmente desde hace un año y medio, se ha convertido en un refugio de ladrones y pequeños traficantes de droga que utilizan el inmueble como base de operaciones, han indicado a Europa Press fuentes conocedoras del caso.
Fuentes vecinales y comerciantes de la zona, que prefieren mantener el anonimato para evitar represalias, aseguran que las personas que viven o pasan por el edificio se dedican a robar por esta zona turística de la ciudad y a vender droga, además de que muchos de ellos son toxicómanos y protagonizan peleas constantes.
En el edificio actualmente solo viven unas cinco o seis personas, aunque cada día decenas lo visitan para comprar droga o lo utilizan de escondite cuando han cometido un robo, y de hecho, la policía ha identificado ya a un centenar durante el año que ha hecho seguimiento del caso.
Además, según comerciantes, varios de los residentes del inmueble se colocan en esquinas transitadas del barrio para vender droga a eventuales compradores, y tienen clientes de todo tipo, no solo personas marginales.
Fuentes conocedoras del caso aseguran que hay un individuo, que ya tienen controlado, que se dedica a la venta de heroína, a quien esperan los clientes cuando acuden al bloque, aunque no se descarta que se trapichee con otras drogas como la marihuana.
Algunos residentes en este edificio, según vecinos, se dedican a los tirones en las zonas turísticas de la iglesia de Santa Maria del Mar y del entorno del Museu Picasso, en la calle Montcada, y de hecho, comerciantes afirman que en el portal de la vivienda se han encontrado bolsos tirados por el suelo.
Una comerciante de la zona relata que una vez una de las vecinas del inmueble le fue a comprar una joya y se sacó un fajo de billetes de 100 y 500 euros, con los que pagó una pieza a 100 euros.
LA POLICÍA, SOBRE EL TEMA
La Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra conocen la problemática y según los vecinos, patrullan regularmente para controlar la situación.
De hecho, en el plan de patrullaje de los agentes que recorren el barrio del Born está como punto fijo este bloque de pisos y la gente que entra y sale de él.
En varias ocasiones se han colocado en la puerta identificando a todos los que entraban o salían, y han detectado que muchos tienen antecedentes por delitos de todo tipo, aunque si no los pillan cometiendo un delito, no los pueden arrestar.
LA PROPIEDAD EN EL LIMBO
La propiedad del edificio quedó en el limbo después de que la inmobiliaria que lo compró quebrara, y ahora se está pendiente de que el juzgado determine qué entidad bancaria acreedora puede quedárselo, después de que se celebrar un juicio para dirimir esta cuestión.
Una vez se determine quién es el propietario, este podría presentar una denuncia para pedir el desalojo.
Según asegura una fuente de los vecinos, ya se han reunido con responsables municipales para trasladarles la problemática y está pendiente una próxima reunión este mismo mes.
