Una exposición recrea la atmósfera y el olor de cuatro novelas de Rodoreda unidas por la pérdida de la inocencia

Actualizado: martes, 25 marzo 2008 15:50

BARCELONA, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

La atmósfera y el olor de cuatro novelas de la escritora Mercè Rodoreda (Barcelona,1908 - Girona, 1983) en las que los protagonistas pierden su inocencia trágicamente --'La Plaça del Diamant', 'La mort i la primavera', 'Mirall trencat' y 'Quanta, quanta guerra'-- se recrean en una exposición que acoge el Palau Robert de Barcelona desde mañana hasta el 15 de junio dentro de la programación con la que este año se celebra el centenario del nacimiento de la autora.

"Se muestra cómo la realidad mata la inocencia de estos personajes y a partir de aquí pactan con la realidad para sobrevivir o no", explicó hoy la comisaria de la muestra, Marina Gustà, quien clarificó que el objetivo principal de la exposición, titulada 'Mercè Rodoreda. La mort de la innocència', es "despertar la curiosidad" de los visitantes por sus obras, "no substituir la lectura", remachó.

Los organizadores del 'Any Rodoreda' son el Institut Ramon Llull (IRL), la Fundació Rodoreda y la Institució de les Lletres Catalanes, cuyo director, Oriol Izquierdo, aseguró hoy que el título de la muestra "propone muchos juegos" porque a su entender muchos ven a Rodoreda como a una "escritora inocente" mientras que su mundo literario "no es nada inocente, tiene mucha rebotica y exige" al lector que haga "un esfuerzo por ir más allá", aseguró.

EL OLOR DE LAS PALABRAS.

En ninguna de las cuatro salas que ocupa la muestra se incluyen datos históricos sobre las obras, y sí fragmentos de texto, objetos, vídeos y muchos 'inputs' sensitivos que crean una exposición sugerente y algo onírica. El universo literario de Rodoreda se abre de la mano de 'La Plaça del Diamant', primera sala convertida en un laberinto, como la vida de la protagonista, con olor a viejo y a tienda de jabones.

En una vitrina, un juego de tazas para tomar chocolate flotan en el aire como evocación de aquellas que en la novela se convierten en motivo de desavenencia entre Colometa y Quimet, los protagonistas.

El olor a bosque plaga la segunda sala, donde se recrea el universo de 'La mort i la primavera', donde unos personajes sin nombre viven en un pueblo tétrico y sin nombre en el que reina el miedo. La tercera, 'Mirall trencat', es un "escenario más amplio y, entre comillas, feliz", porque el ascenso y caída de la familia que la protagoniza "provoca tanta muerte como las anteriores", indicó Gustà.

Una enorme casa de muñecas con una pluma de pavo real, unas copas, joyas y cava en sus habitáculos preside la sala de 'Mirall trencat' que, a modo de jardín, huele a rosas y tiene el suelo cubierto de hierba. Una de sus paredes está tapada con un gran espejo resquebrajado y en el que se pueden leer frases significativas de diferentes momentos de la novela, según explicó la comisaria.

La aparente placidez de esta sala desemboca en un pasadizo dedicado a 'Quanta, quanta guerra' en el que el visitante, igual que el joven de 15 años que en la novela desierta de la guerra, sale de la muestra, aún con el olor a pólvora clavado en la pituitaria, por un río de sangre proyectado en la puerta de salida.