LLEIDA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
El diputado de IU en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, ha tachado este miércoles al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de "enemigo público" por sus propuestas de "ajuste de caballo a las pensiones públicas y de acelerar la privatización de las cajas de ahorro".
En Lleida, donde ha apoyado al candidato de ICV Francesc Pané a las elecciones al Parlament del domingo, Llamazares ha insistido en que todas las medidas que ha tomado Fernández Ordóñez "han fracasado" y que es el gobernador que más ha fracasado en el marco de la UE.
Llamazares ha insistido en que cada vez que dice una medida fracasa al cabo de unos meses, en vez de corregir y ahora insiste en que para demostrar la fiabilidad de España se tiene que imponer el ajuste.
"Yo creo que en vez de un gobernador del Banco de España tenemos un enemigo público, un enemigo de la economía de nuestro país y un enemigo de la sociedad", ha afirmado.
En rueda de prensa, ha explicado que estaba en Catalunya para revalidar la gestión del tripartito que en opinión de IU "ha tenido una buena gestión social, sanitaria, una buena gestión para la gente". Con este argumento, ha afirmado que lo que se juega en las elecciones catalanas la gente es si quiere gobernarse con la policía o si quienes gobiernan es quien ha creado la crisis, que son los mercados.
"La disyuntiva no es cambio hacia la derecha sino si la gente se gobierna a sí misma o si gobiernan los lobbys". Para Llamazares, CiU es la expresión de los lobbys y los mercados.
"FRAUDE ELECTORAL"
También se refirió a la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir el cara a cara entre el convergente Artur Mas y el socialista José Montilla, una decisión de la que él felicita a la junta por evitar que hubiera "fraude electoral". Ha agregado que los dos partidos mayoritarios intentan "hacer una caricatura de la sociedad catalana".
Para el líder de IU, hay excesos de cara a cara y el hecho de que el argumento de la Junta fuera defecto de forma apunta a que los partidos no quieren entrar en el fondo por lo que desde su punto de vista la prohibición no es trasladable a un escenario de elecciones generales.
