Medio centenar de hosteleros de Barcelona reclaman unificar la normativa de las terrazas

BARCELONA 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Medio centenar de hosteleros de Barcelona han reclamado en un manifiesto la unificación de las condiciones para instalar terrazas en la vía pública, al entender que en la ciudad conviven distintas normativas sobre el mismo hecho que causan agravios comparativos entre locales.

El colectivo, agrupado en la asociación Unión de Comerciantes de Barcelona --recientemente creada--, ha recogido en tan solo dos semanas cerca de 200 firmas de comerciantes y clientes para reclamar la "igualdad" de los derechos en la hostelería local, según ha explicado en declaraciones a Europa Press el portavoz de la entidad, Manuel Jiménez.

El problema se ha visto acrecentado tras la entrada en vigor el 2 de enero de la prohibición de fumar en interiores, ya que se ha multiplicado las demandas para instalar terrazas y elementos exteriores, como las estufas, ha relatado Jiménez.

El manifiesto reclama la unificación de los horarios de las terrazas de todos los distritos de la ciudad, la igualdad de condiciones y derechos de los comerciantes, más rapidez en los trámites de apertura para un nuevo negocio y presencia policial permanente en las calles.

El portavoz de la entidad ha asegurado que a pesar de haber recibido apoyo de algunos de los representantes políticos municipales de CiU y PP, además del presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, Gaietà Farràs, todavía "no se ha obtenido ninguna respuesta" a las reivindicaciones.

Entre los casos de comercios afectados destaca el de una hostelera que tiene el local en el Paral·lel y a la que han puesto dos multas de 600 euros cada una por cerrar su local a las 00.30 horas de la noche, en lugar de cerrarlo a las 00.00 horas como indica su normativa, a pesar de que los locales de la acera de enfrente puedan cerrar sus locales a las 3.00 horas por pertenecer a distritos que se rigen por otra normativa, según ha explicado Jiménez.

La asociación ha asegurado que los diez distritos que conforman Barcelona se rigen por normativas distintas que, por cuestión de horarios, "perjudican" a los comercios que se encuentran en las zonas colindantes y que están obligados a cerrar sus locales tres horas antes, a pesar de que en ocasiones se encuentran en la misma calle, según la asociación.