Un millar de cuidadores de enfermos avanzados se forman en la Escuela de Cuidadores de La Caixa

Un taller de la Escuela de Cuidadores de La Caixa
Un taller de la Escuela de Cuidadores de La Caixa - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 25 julio 2019 12:32

   Con un año de funcionamiento, da atención "emocional, social y espiritual"

   BARCELONA, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

   La Escuela de Cuidadores de La Caixa ha atendido a 1.105 cuidadores voluntarios y familiares de enfermos avanzados en su primer año de funcionamiento con la realización de 231 talleres dando atención "emocional, social y espiritual".

   En rueda de prensa este jueves, el subdirector general de la Fundación Bancaria La Caixa, Marc Simón, ha dicho que la mayoría de usuarias de este nuevo servicio han sido mujeres, esposas e hijas mayores de 65 años, interesadas en formarse en el trato a sus familiares enfermos.

   La Escuela se basa en la evidencia de que "si hay una persona que cuida a un enfermo y la persona se siente cuidada, esto revierte positivamente en la salud de la persona", ha dicho Simón, que ha recordado que en Catalunya mueren al año unas 63.200 personas, y de ellas más de 20.000 necesitan cuidados paliativos, lo que supone la existencia de unos 30.500 cuidadores dedicados al final de la vida.

   Simón ha dicho que "es algo que afecta, y afecta a mucha gente", y que en este panorama, la escuela se erige como un espacio que dé elementos para formar, informar y acompañar mejor a quienes lo necesitan; ha señalado que los cuidadores interesados en asistir a los talleres pueden ponerse en contacto con la organización a través de su web.

CUIDAR DE UNO MISMO

   El director de la escuela, Gustavo Levit, ha avisado de que no se puede cuidar a nadie si uno no puede cuidarse de sí mismo, y ha concretado que la escuela ayuda al cuidador a atender y entender al enfermo: "Hemos profundizado en ver qué es lo que realmente la persona necesita y qué conocimientos básicos tiene que tener".

   Ha indicado de que las personas reaccionan emocionalmente ante una situación hostil como es el cuidado de un familiar con una enfermedad avanzada, con sentimientos tan encontrados como querer al enfermo y sentir pena por él, pero también rabia, acumulando emociones que llevan a la culpabilidad y a sentirse mal porque en este tipo de enfermos el cuidado "nunca es suficiente y más al final del camino".

   Ante esto, la escuela enseña a los cuidadores a desprender emociones sanas, ya que cualquier emoción del cuidador se traslada al paciente, siendo las demandas más destacadas las destinadas al conocimiento y a cómo afrontar situaciones prácticas, pero también emocionales.

"AGUJERO NEGRO"

   La participante en la escuela Leonor Garcia, que cuida a su madre de 91 años con demencia avanzada --aparte de que ella misma tiene una enfermedad neurológica--, ha explicado que cayó en un "agujero negro" con la enfermedad de su madre porque no sabía cómo tratarla y se sentía coja por el desconocimiento.

   Sobre la escuela, ha relatado que los profesionales de los talleres están integrados por grandes profesionales, y ha pedido más tiempo con ellos, más talleres y menos participantes por taller al considerar que dotan a los cuidadores de "muchas herramientas".

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