La mortalidad en accidentes interurbanos cae un 60% en Catalunya en la última década

BARCELONA 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

La mortalidad en accidentes registrados en la red interurbana catalana ha descendido un 60,61% en la última década, superando así la reducción del 50% fijada por la Unión Europea (UE) para el periodo 2000-2010, según ha explicado este lunes el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig.

En comparación con el año 2009, en el que murieron 269 personas, el número de víctimas se ha reducido un 8,92%, con 245 fallecidos en 211 accidentes en 2010. Por demarcaciones, Barcelona es la provincia donde más han decrecido las muertes, un 20,37%, seguida de Lleida, con un 11,9%. Por el contrario, en Girona han muerto 2 personas más y en Tarragona una.

Las colisiones frontales y las salidas de vía son los tipos de accidentes que más muertos han comportado, concentrando 155 de las 245 víctimas. Además, una de cada cuatro víctimas mortales registradas en 2010 falleció en un accidente con un solo vehículo implicado, es decir, en solitario, lo que denota que el factor humano ha sido determinante en los accidentes mortales de este año.

Como dato destacado, se ha apreciado un aumento de mortalidad --un 63.63%-- en los conductores de furgonetas, un dato que se analizará.

Por franjas de edad, la mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años se ha reducido un 21,42% respecto a 2009, mientras que la mortalidad entre los 50 y 69 años ha aumentado un 11,86%.

Puig, que ha presentado los datos acompañado del aun director del Servei Català de Trànsit (SCT), Josep Pérez Moya, ha destacado que Catalunya ha cumplido los objetivos marcados por la UE gracias al compromiso colectivo "político, institucional pero también ciudadano" y ha valorado la siniestralidad en 2010 como "razonablemente positiva".

Ha insistido en las conductas de responsabilidad en la seguridad individual y ha subrayado que una de cada cinco víctimas mortales que circulaban en bicicleta no llevaba casco y un 22% de los fallecidos que circulaban en coche no llevaba el cinturón de seguridad, unas muertes que, según Puig, podrían haberse evitado "con una actitud más responsable".