BARCELONA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra pondrán en marcha el miércoles un dispositivo de seguridad por el partido entre el FC Barcelona y el Olympique de Lyon en el Camp Nou, por el que prevén la llegada de unos 4.500 aficionados del equipo francés, entre los que se prevé la presencia de ultras que pueden enfrentarse a radicales del equipo azulgrana.
En un comunicado este martes, la policía catalana ha informado de que el dispositivo policial prevé diferentes zonas de influencia: por la mañana y hasta primera hora de la tarde, tendrá especial incidencia la zona de la Rambla, la plaza Reial y el entorno de la plaza Catalunya, para evitar conductas incívicas o violentas.
Coincidiendo con la apertura del Camp Nou, el dispositivo se concentrará en las inmediaciones del estadio y prevé evitar posibles enfrentamientos entre grupos rivales radicales de los dos equipos.
Los Mossos han hecho este martes por la mañana la última reunión de coordinación en la que también han participado Guardia Urbana --que colaborará en el despliegue policial--, la Police National Franaise, representantes del Consulado francés, del Bara, del Olympique, de Transports Metropolitans de Barcelona y del Sistema d'Emergncies Mdiques.
El dispositivo cuenta con vigilancia en áreas de servicio de la AP-7 --una parte de la afición francesa llega en autocar--, en el Aeropuerto de Barcelona y en el Metro, donde habrá más señalización.
CONTROLES A BOIXOS NOIS
También habrá controles preventivos en puntos donde habitualmente se concentran seguidores radicales del Bara tras un operativo preventivo del sábado para evitar enfrentamientos entre seguidores del equipo barcelonés y el Rayo Vallecano.
Los Mossos intervinieron palos, porras, puños americanos, armas blancas, sacos con piedras, ladrillos, aerosoles de defensa personal, bengalas, guantes manipulados de goma y drogas a personas vinculadas a los Boixos Nois, aficionados radicales del FC Barcelona.
Estos seguidores radicales estaban antes del inicio del partido del sábado concentrados en un local cercano al estadio y la policía catalana detectó a aproximadamente un centenar con actitud de espera, por lo que les identificaron y registraron para prevenir incidentes en las horas previas al partido.
