BARCELONA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Parlament ha aprobado este jueves instar al Govern a aprobar el reglamento de despliegue de la Ley de universalización de la sanidad en Catalunya, garantizando el acceso a la atención de salud sexual y reproductiva de las mujeres y personas embarazadas, incluso el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.
Es el primer punto de una moción de la CUP sobre el derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo en el sistema sanitario, que se ha aprobado con el apoyo de ERC, Junts, comuns, CUP y Cs, y con el voto en contra de Vox y PP.
El texto también reclama impedir que se produzcan objeciones institucionales en la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo, y garantizar que se puedan hacer en los hospitales de referencia de cada región sanitaria "con el objetivo de que se asuman desde la sanidad pública y no se deriven a centros privados y concertados en todos los territorios".
Reclama también anular, por parte de la Conselleria de Salud, los convenios públicos o contratos en centros sanitarios donde se practican objeciones de conciencia como mandato institucional, en muchos casos avaladas por los patronatos de los centros donde la iglesia forma parte de ellos.
Otro punto de la moción pide que se garantice la existencia de ASSIR autorizados para realizar abortos farmacológicos en todas las regiones sanitarias, y que en todo el territorio haya la opción de elegir el método farmacológico o instrumental de forma igualitaria.
También pide velar para que la información sobre el aborto sea "veraz, accesible, adaptada y de proximidad" para toda la ciudadanía, en relación a todos los procedimientos médicos que se utilizan para interrumpir un embarazo y los trámites que supone.
La moción también insta al Ministerio de Educación a impulsar la formación de profesionales de la salud con perspectiva de género en los programas curriculares de carreras relacionadas con la medicina y las ciencias de la salud, y apuesta por generar un espacio de referencia, a nivel asistencial y científico, en el acompañamiento, la investigación, la formación y la técnica del aborto.
Además, apela a combatir "el acoso por parte de grupos fundamentalistas" contra mujeres y profesionales que acceden a los centros que practican abortos, así a impulsar la educación afectiva y sexual integral como elemento en los curriculums educativos, de forma obligatoria.
